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politica@eluniversal.com.mx
Aún con hélices, apenas con una capacidad para 48 pasajeros, la aeronave matrícula XA-UZS, de la empresa Aeromar, se convirtió en una especie de avión presidencial por un día.
El avión trasladó ayer hacia Veracruz a Andrés Manuel López Obrador en su primer gira como presidente de México.
Casualmente, esa aeronave comercial estaba a pocos metros del Hangar Presidencial que resguarda al TP01 José María Morelos y Pavón que —según dijo en campaña el propio López Obrador— costó 7 mil 500 millones de pesos.
Comparado con el avión Presidencial TP-01, un Boeing Dreamliner de lujo, la aeronave que llevó ayer al pasajero del asiento 6-A es mucho más modesta.
Sus asientos son reducidos y en lugar de los menús que puedes elegir, sólo se podía escoger entre cacahuates, galletas, refresco, agua, jugó o café.
Aquellas tortas de milanesa que se podían degustar en el avión presidencial que trasladó a Enrique Peña Nieto quedaron atrás.
El espacio también es mucho más reducido, no había asientos de primera clase, pero sí tuvo un recibimiento cordial por parte de los trabajadores de la empresa y hasta el capitán del avión mando saludos en el audio al Presidente de la República.
Aunque el vuelo no se atrasó, también la rapidez de la aeronave no fue lo mismo que el TP-01, pero eso se ve compensado con los 3 mil pesos que costó el viaje de ida a Veracruz.
El pasado 23 de julio, EL UNIVERSAL informó que el Boeing 787-8 se adquirió en 2012 por 218.7 millones de dólares, equivalentes a 2 mil 952.4 millones de pesos, con un tipo de cambio de 13.50 pesos por dólar.
El avión tiene nueve años de antigüedad porque salió de fábrica en 2009 y considerando que una aeronave se deprecia entre 5% y 8% cada año, ahora puede tener un valor de 120.2 millones de dólares, de acuerdo con un vendedor de aviones privados.
El avión cuenta con un menor número de asientos que el de una aerolínea comercial, 80 contra los 274 del nuevo Boeing 787, cabinas especializadas, oficinas y salas privadas, estancias y dormitorios, pero todo eso no tiene ningún valor para una aerolínea comercial.