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El encuentro entre los presidentes de México, Andrés Manuel López Obrador , y Estados Unidos, Donald Trump , superó las expectativas y críticas previas; sin embargo, también quedaron asuntos en el aire, consideraron académicos.
Se dieron sendos discursos, explicaron, en los que se reflejó la importancia de no generar conflicto entre ambas naciones, y que los dos mandatarios pueden sentarse a dialogar los temas pendientes.
El director del Centro de Estudios México-Estados Unidos de la Universidad de California en San Diego, Rafael Fernández de Castro , señaló que la reunión en la Casa Blanca y los mensajes públicos conjuraron los peligros que se previeron antes de la visita.
“Trump, lejos de tener un desplante grosero con López Obrador, lo recibió con supuestamente mucho cariño personal y se constata una relación especial entre los dos”, abundó el especialista.
No obstante, mencionó, esa recepción cálida no se traduce en lo que es la cooperación bilateral, toda vez que, con excepción del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), la agenda ha estado detenida.
“El tema migratorio está realmente parado, es terrible lo que está pasando en la frontera: los centroamericanos están encajonados, no pueden cruzar a Estados Unidos ni regresar a su país, y de eso no se habló. Hicieron cuentas alegres [en la materia], cuando hay una situación muy delicada, de enorme sufrimiento”, detalló.
Fernández de Castro consideró que el encuentro resultó fuera de lo común, porque se dio en medio de una pandemia y hay periodo electoral en el país sede; además, es la primera gira en el exterior de Andrés Manuel López Obrador.
“Ojalá que [el presidente de México], que no se había interesado en la relación bilateral ni se ha metido en temas como migración ahora sí se interese más, porque ésta necesita de él para avanzar en ciertos rubros. [Requerimos] que el discurso y la realidad se acerquen”, dijo.
A su vez , Juan Carlos Baker , académico de la Escuela de Gobierno y Economía de la Universidad Panamericana, opinó que la escena en la que los dos mandatarios dieron cada uno un mensaje en la Casa Blanca fue un momento importante, sobre todo por la expectativa.
“Ambos discursos fueron muy apegados al tema que se había anticipado: la entrada en vigor del T-MEC . La declaración conjunta resalta mucho el hecho de que México se haya convertido en el primer socio comercial de Estados Unidos. Sin duda, esto en un contexto de una economía débil es muy importante”, resaltó el experto.
Sin embargo, precisó, seguramente existirán momentos en los que se deberá tener prudencia, principalmente porque el país anfitrión del encuentro vive un año electoral en el que Trump busca su reelección , por lo que se utilizarán discursos para satisfacer a sus bases.
En tanto, Iliana Rodríguez, del Departamento de Derecho en el Tecnológico de Monterrey, celebró que el mandatario estadounidense haya mostrado una postura diplomática y mesurada frente a su homólogo mexicano.
Destacó que el T-MEC quedó bien posicionado en un contexto de economías débiles por el coronavirus .
“Es necesario revisar el contexto político. México necesita un aliado y a Estados Unidos no le conviene un vecino y aliado débil”, manifestó. Rodríguez subrayó que el trato de Trump a López Obrador fue de un espaldarazo, lo que refleja un balance positivo de la visita.
Por su parte, María Fernanda Vidal Correa, profesora investigadora de la Escuela de Comunicación de señaló que la visita dejó clara la posición de ambos mandatarios por no crear conflicto.
“Son discursos que claramente lo que buscan es no generar oposiciones. Se anticipaba un entendimiento previo y creo que sigue esa lógica de la conciliación”, detalló.
No obstante, mencionó, la manera en la que Trump resaltó el T-MEC da la impresión de que pretende utilizarlo como un mecanismo para favorecer sus intereses a nivel interno: “Le favorece en la política electoral, eso nos habla del rol que esta visita juega en los comicios”.
maf/rcr