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Con estas campañas y esta “participación”, la “ciudad de la esperanza”, sí está dando el mal ejemplo a toda la República, pues resulta que con eso de que se han tomado demasiado en serio las encuestas, Claudia Sheinbaum y Alejandra Barrales, las candidatas al gobierno capitalino por las coaliciones Juntos Haremos Historia y Por México al Frente respectivamente, simplemente rehusaron participar en el debate organizado por El Gran Diario de México al que sí acudieron sus cinco rivales, menospreciando el derecho de la ciudadanía a conocer y contrastar sus propuestas en todos los foros disponibles. ¿Por qué rechazaron la oportunidad de detallar sus propuestas y responder a las inquietudes sobre nuestros problemas cotidianos, como la inseguridad, la corrupción y la falta de agua? Bueno, pues Clau y Ale, que tienen tanto que explicar acerca del estado en que se encuentra la CDMX, prefirieron comportarse como niñas bien caprichosas o “señoritingos” de acuerdo con la definición de ya saben quién, pero eso no impidió que el priísta Mikel Arriola, por ejemplo, advirtiera que ofrecer amnistía a los criminales sería una “locura”, o que Marco Rascón, del Partido Humanista, pidiera transparencia en el manejo de la propaganda. En fin... todavía le falta seriedad a nuestra democracia.
