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, senadora de Morena, planteó cambios al primer artículo de la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público , lo que desató un debate nacional porque implicaría eliminar de la norma el principio histórico de la separación del Estado e Iglesias, es decir al Estado Laico.
La iniciativa propone modificaciones a la ley en materia de acceso a medios de comunicación, justificar la objeción de conciencia para abstenerse de actuar en aquello que contravenga a sus convicciones éticas y colaboración Estado-Iglesias en materia de desarrollo social, entre otros puntos.
Además, plantea que las autoridades municipales, estatales y federales podrán asistir “en su carácter” a actos de culto público, así como a las actividades que tengan motivos o propósitos similares, situación prohibida por la ley vigente.
Pretende establecer que las organizaciones de culto puedan “usar en forma exclusiva, para fines religiosos, bienes propiedad de la nación y ofrecer asistencia espiritual en los centros de salud o de reinserción social, instituciones de asistencia social, estancias o estaciones migratorias, incluso en instalaciones de las Fuerzas Armadas”, dice el texto.
Pero para empezar, Ulises Torres, estudioso del Estado Laico entrevistado por EL UNIVERSAL explica a qué se refiere el término.
- ¿Qué es el estado laico?
- Empecemos por: qué es laico. Si bien es cierto que algunas personas definen a lo laico como algo que no tiene nada que ver con la religión, el concepto es un poco más global, pues en realidad, laico es algo que es independiente de una obligación religiosa.
Así por ejemplo se dice que Antonio Machado se definía así mismo como un cristiano laico, pues creía en la obra de Jesús, pero no seguía a una de sus religiones. Entonces, lo laico engloba a los que tienen una creencia religiosa y también a los que no la tienen.
El Estado es el ente que tiene que velar por los derechos de todos los ciudadanos, independientemente de su género, etnia, o creencias, y aunque puede estar matizado por su inclinación ideológica -liberal, progresista, conservador-, la mayoría admite el respeto a los Derechos Humanos.
Entonces, un Estado Laico es aquel en el cual los Derechos Humanos son asegurados para todos los individuos en el país, independientemente de su creencia o no creencia en algún Dios o ser superior, y por extensión se entiende que el Gobierno no debe favorecer a ninguna creencia- o no creencia- en particular", dice Torres.
- ¿Cree que existe el Estado laico en México?
- Pues de acuerdo a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en particular en su artículo 130 lo resalta, que hay una separación entre los asuntos del Estado y las religiones", señala Torres.
- En la realidad, ¿ve el Estado Laico?
- Bueno, ese es otro tema.
Por ejemplo: en algunos estados de la república el aborto no es sólo ilegal sino que está penado, la muerte asistida también es ilegal en la mayoría según recuerdo, no se permiten los matrimonios civiles entre personas del mismo sexo, entre los principales que ahora recuerdo, nos dan muestra de que los derechos civiles están supeditados a las creencias religiosas, lo cual sí deja mal parado al estado como un Estado Laico real.
Algunas personas opinan que incluso el Presidente es ahora un predicador y que está favoreciendo a los evangélicos, eso es opinable, pues si bien es cierto que hace referencias a la Biblia, podemos hacer memoria y recordar que no es el primero y que sus mensajes no han cambiado el cuadro normativo de la nación.
Creyentes y no creyentes suelen tener como día de descanso el viernes santo, navidad y algunos hasta el 12 de diciembre, la televisión difunde programas de alto contenido religioso, como "La Rosa de Guadalupe", "Cada quién su santo", o el mismísimo canal de "María Visión" y si bien eso impacta en reforzar la creencia de muchos mexicanos, sólo impacta cuando la Educación de los representantes populares no logra separar sus creencias en su trabajo cuando hacen leyes.
Vamos, el propio Benito Juárez era católico, igual que muchos de los constitucionalistas de la Leyes de Reforma, pero ellos, y de ahí su valor histórico, separaron sus creencias personales de su labor como miembros del estado.
Sí, el Estado pienso nos queda a deber en Educación, para que los representantes populares sepan ser de verdad eso: representantes de los intereses de los ciudadanos.
cg
