Pese a que Luis Cárdenas Palomino presentó los reconocimientos que recibió como servidor público, un juez federal dictó auto de formal prisión en su contra por el delito de tortura y permanecerá en el penal federal de El Altiplano.
La Fiscalía General de la República (FGR) señaló al exmando de la Policía Federal, por supuestamente torturar a cuatro hombres identificados como integrantes de la banda de secuestradores Los Zodiaco: Mario Vallarta, hermano de Israel Vallarta, presunto líder del grupo y expareja sentimental de la francesa Florence Cassez; Sergio Cortez Vallarta, Eduardo y Ricardo Estrada Granados.
La resolución del juez Décimo Segundo de Distrito de Procesos Penales Federales fue notificada a Cárdenas Palomino, el domingo a las 21:00 horas.
De acuerdo con Héctor Pérez Rivera, abogado de la familia Vallarta, al exmando policial le espera un juicio preparado con decenas de pruebas en su contra como testimonios, periciales, valoraciones médicas, documentos, entre otras.
En entrevista con medios de comunicación afuera del Centro de Justicia Penal Federal del Reclusorio Oriente, el abogado explicó que pese a que en el caso ya fueron realizados los protocolos de Estambul a sus representados y otras dos víctimas, Ricardo y Eduardo Estrada Granados, solicitarán la realización de estas pruebas nuevamente.
“Pediremos que se haga una valoración conforme al Protocolo de Estambul por expertos independientes, para que esto pueda sumar al acervo probatorio que existe en el caso. No tenemos duda de que esta persona es responsable de los hechos y nos congratulamos de que hoy se haya dado un paso más a la justicia”, dijo.
Cárdenas Palomino fue detenido el 5 de julio en el domicilio que habitaba en Naucalpan, Estado de México. Al ser presentado ante el juez de Distrito se reservó su derecho a declarar y su defensa solicitó la duplicidad del término constitucional.
Pérez Rivera comentó que para demostrar su inocencia, el exservidor público presentó un acta notariada de todos los reconocimientos de excelencia que recibió en las instituciones de seguridad en las que trabajó, pero que el juez la desestimó.
“Siguió alegando que la familia Vallarta está tratando de usar esto como una estrategia defensiva, cuando en realidad está comprobado que han ocurrido en graves violaciones a los derechos humanos en contra de ellos y afortunadamente eso fue lo que consideró el juez”, detalló.
La FGR señaló a Cárdenas Palomino como autor material de la tortura de los Vallarta y los Estrada Granados, quienes fueron detenidos en 2012. Ahora su defensa cuenta con tres días para apelar el auto de formal prisión antes de iniciar con el desahogo de pruebas en el juicio.
Viene la acusación de Israel Vallarta
Derivado del montaje del operativo en el que fueron detenidos Israel Vallarta y su expareja sentimental, Florence Cassez, en 2005, a Luis Cárdenas Palomino le espera otra acusación de tortura en agravio del supuesto líder de Los Zodiaco.
El 14 de mayo, el juez de control Felipe de Jesús Delgadillo Padierna ordenó a la FGR investigar la denuncia presentada por Israel Vallarta contra 10 exagentes federales que participaron en su captura y su superior jerárquico, Cárdenas Palomino.
En el año 2017 la FGR determinó no ejercer acción penal en esta denuncia, decisión que fue revocada por el juez Delgadillo Padierna al considerar que el Ministerio Público federal únicamente tomó en cuenta pruebas favorables a las autoridades implicadas y desestimó las pruebas del denunciante.
En su resolución, Delgadillo Padierna observó que el MP se basó en los protocolos de Estambul que realizaron peritos no certificados y que concluyeron que no hubo tortura, a pesar de la existencia de lesiones, quemaduras y secuelas propias de actos de tortura.
Por el montaje televisivo de la captura de Vallarta, el periodista Carlos Loret de Mola compareció ayer ante un juez en Almoloya de Juárez, Estado de México, para carearse con él y Juan Manuel Magaña, exjefe de información de Primero Noticias.
A través de su cuenta de Twitter, el comunicador indicó que ante el juez, sus principales acusadores aceptaron que no era posible darse cuenta de que era un montaje y que él no tenía conocimiento de ello.