Porque las mamás son primero, el presidente Andrés Manuel López Obrador convirtió la confrencia mañanera en un festival musical con motivo del 10 de mayo, Día de la Madre, que encabezó la cantante Eugenia León.

Ayer no hubo informe de la Profeco, no estuvo el director general de Pemex, Octavio Romero Oropeza, para hablar de contratos que han otorgado a empresas como estaba acordado ni hubo cuestionamientos al Titular del Ejecutivo federal.

Fue una mañanera de música y celebración. Desde minutos antes de las siete de la mañana ya se escuchaban las notas de guitarras detrás de un inmenso telón color blanco, que iba de piso a techo del Salón Tesorería y cubría el improvisado escenario.

Leticia Ramírez, encargada de Atención Ciudadana de Presidencia, apuraba a los reporteros a tomar sus lugares: “Ya viene”, decía con voz amable.

Un minuto después el presidente López Obrador salió detrás del escenario para instalarse solamente por cuatro minutos frente al atril donde dicta la agenda nacional, cubriendo la bandera de México.

“Enviamos nuestra felicitación sincera, cariñosa, a todas las madres de México, a las mamás que nos acompañan, que están entre nosotros y a las que se han ido y están en el cielo o en el lugar de la felicidad y del amor, y que las recordamos y las vamos a recordar eternamente. Muchas, muchas, muchas felicidades a todas las mamás en este día.

“Por eso esta conferencia, esta mañanera va a ser especial. No vamos a informar nada, no vamos a contestar preguntas de ustedes, porque las mamás son primero”, dijo el Presidente.

Algunos representantes de los medios de comunicación expresaron al unísono un: “Noooo”, pero el Presidente prosiguió: “Es un día muy especial y queremos ofrecer a todas las mamás un festival. Hoy, Día de las Madres, la mañanera va a ser un festival para todas las mamás y vamos a llevar a cabo este festival”, agregó el Jefe del Ejecutivo federal.

Con voz más pausada que de costumbre, el Mandatario federal destacó, como rememorando los festivales musicales de las escuelas primarias dedicados a las madres, que esta mañanera sería “inolvidable” con Eugenia León, “una mujer, una cantante excepcional, llena de arte y sentimiento”.

Cayó el telón y apareció la gran Eugenia León ataviada de blanco y plata, acompañada de 10 músicos, para iniciar el concierto con las infaltables y tradicionales Mañanitas para todas las madres de México.

El presidente López Obrador se colocó a un lado del escenario y desde ahí escuchó y aplaudió las interpretaciones de la cantante mexiquense y simpatizante del Movimiento de Regeneración Nacional.

Un integrante de su equipo de Ayudantía le llevó una silla al Mandatario federal, quien prefirió escuchar las interpretaciones de pie. Al término de Ánimas que no amanezca, el Presidente se fue atrás del escenario para escuchar todo el recital.

“Para nosotros es un honor cantarles en esta fecha especial a las madres de México y, ¿por qué no?, a todas las mujeres de nuestro país. Esperamos que lo que hemos preparado para este día sea de su agrado y que, como dijo el Presidente, estén en casita, nos estén escuchando y que sepan que les mandamos todo nuestro cariño y nuestros mejores deseos para que pasen un buen día”, dijo la también intérprete de La paloma juarista.

Pero no todo fue cantos y felicidad. Desde las 6:00 horas, la señora Yolanda Morán, en silla de ruedas y acompañada por su hija y madres de desaparecidos, solicitaron audiencia con el Titular del Ejecutivo federal para pedir que vetara las reformas a la Ley Orgánica de la Fiscalía General de la República (FGR) que afecta la búsqueda de sus familiares e hijos.

La señora Morán fue atendida en la calle, sobre el circuito de la Plaza de la Constitución, por la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, junto con el subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas, y la comisionada Nacional de Búsqueda de Personas, Karla Quintana, quienes salieron a recibir la petición de las madres.

La mujer, originaria de Torreón, Coahuila, y quien busca a su hijo Dan Jeremeel Fernández desde hace 13 años, expresó su enojó cuando supo que en lugar de conferencia de prensa hubo un festival musical.

“No, pues definitivamente eso se lo vamos a cobrar políticamente [al Presidente], definitivamente, porque nada le costaba habernos recibido.

“Somos víctimas, no tenemos nada que celebrar. Si él todavía tiene a su madre o los que están adentro, los felicito, qué bueno, que vayan y festejen a sus casas, pero nosotras seguiremos aquí y exigiendo que nos reciba”, dijo.

Así, sin mañanera, sin cuestionamientos, sin informar de obras prioritarias o programas sociales, sin críticas a los del “partido conservador” ni a la actuación del INE, pero sin dar audiencia a las madres de desaparecidos, se celebró el 10 de mayo, una fecha en la que para muchas mujeres no hay nada que celebrar.

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