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La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) debe ser reformada desde el nombre para crear una “defensoría del pueblo” que atienda mejor a las víctimas, consideró Adrián Franco Zevada, aspirante a dirigir el organismo autónomo.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el exencargado de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) indicó que México debe tener una defensoría del pueblo autónoma, con personal libre de cualquier influencia política y con recursos que no dependan de la aprobación del Estado.
Advirtió que la institución debe emitir menos recomendaciones y entablar un diálogo con las autoridades para erradicar de raíz las causas de las violaciones de derechos humanos.
¿Cuál es su principal proyecto?
—Transformar la CNDH en una defensoría del pueblo que ayude a las personas y facilite la construcción de paz. Es una convicción personal poner al servicio de la gente mi capacidad y habilidades para defenderla.
¿Cómo sería su defensoría del pueblo?
—Debe cumplir con los principios básicos de un ómbudsman: autonomía respecto a otras instituciones del Estado, estar dirigida por alguien sin vinculaciones con el Estado y tener recursos propios, sin una atadura que de alguna manera le controle el gobierno.
¿Por qué no mantener la CNDH?
—En México estamos en un proceso de transición democrática y nos encontramos entre una altísima violencia; venimos de situaciones de derechos humanos muy complicadas y donde realmente hay violaciones graves a éstos. El proceso de transición democrática se puede consolidar mejor con una defensoría del pueblo.
Usted formó parte de la CEAV, una dependencia muy criticada.
—La CEAV era una institución con problemas muy importantes. Se creó un pleno que tomaba las decisiones en las cuestiones de las víctimas y también había un presidente, pero fue muy complicado para los presidentes llevar la administración del organismo porque el pleno le hacía oposición.
De igual forma, teníamos un fondo de atención con mil 500 millones de pesos, pero sólo se podía utilizar con las víctimas que tuvieran a su favor una sentencia definitiva, y el problema era que difícilmente las víctimas lograban una sentencia contra su agresor.
¿Cómo confiar en que la CNDH no tendrá motivos para ser criticada con usted?
—Si el Senado me elige, habré de analizar y presentar reformas para que la CNDH tenga más atribuciones y sea más eficiente. Además, en la comisión no se hacen pagos de reparaciones de daño, como lo hace la CEAV, lo que era uno de los puntos criticados.
¿Cuáles son los temas que a usted le preocupan?
—Son varios los elementos... La violencia es muy preocupante en México, y desafortunadamente la vivimos con mucha cotidianidad desde hace 20 años. El segundo elemento preocupante son los desaparecidos, es una situación lacerante, dolorosa y que afecta a millones de personas; son decenas de miles los desaparecidos, pero las afectadas son millones de personas en México.
¿Cómo haría que las recomendaciones fueran acatadas?
—La validez o la legitimación de una recomendación deriva de la calidad moral y humana que tenga el ómbudsman, entonces, incrementar desmedidamente las recomendaciones implica poner en riesgo esa estatura, ese respeto. Hay que ser muy cuidadoso con las recomendaciones y utilizar todos los métodos alternos que existen en la ley para poder llegar a un proceso de conciliación entre las partes involucradas.
¿Tiene que haber una disminución en la cantidad de recomendaciones?
—Hay que ser cuidadosos. Prácticamente la mayor parte de las recomendaciones emitidas por la CNDH son respecto al IMSS, cuestiones derivadas de violencia obstétrica o atención deficiente de los servicios de salud. ¿De qué sirve generar un sinnúmero de recomendaciones respecto a un mismo patrón de conducta o un fenómeno de violaciones? Lo que se debe hacer es ir con la autoridad y encontrar una solución.
Usted heredará el caso Tepochica, en el que se acusa al Ejército de cometer ejecuciones extrajudiciales, ¿qué hará?
—Las violaciones a derechos humanos presuntamente cometidas por miembros de las Fuerzas Armadas contra civiles pareciera que siguen un patrón de conducta. No quiere decir que todos los casos de personas que son asesinadas por agentes del Estado necesariamente son violaciones a derechos humanos, habrá casos que sí cumplen con los elementos del uso de la fuerza estipulados en la ley, y estará justificado el uso de la fuerza letal.
¿A qué se compromete si lo eligen como ómbudsman?
—Me comprometo a poner todo mi esfuerzo, capacidad, ética y profesionalismo para lograr este objetivo: transformar la comisión en una defensoría del pueblo y para que las violaciones a derechos humanos se reduzcan a través de un trabajo de prevención, no necesariamente uno de reacción.