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CDMX.- Ni las llaves de la ciudad , ni el apoyo que el Presidente le dio con un Zócalo lleno, ni el trato VIP que el gobierno le prodigó con escolta militar y camionetas blindadas , ni las cientos de selfies con todos los personajes políticos de la 4T , le bastaron al expresidente de Bolivia Evo Morales para agradecer de manera correcta el asilo que le brindó el régimen de Andrés Manuel López Obrador .
Tuvo que ser el canciller argentino quien confirmara que ahora Evo sería refugiado de esa nación.
Tan vergonzoso fue el portazo que nos dio don Evo que, según el canciller mexicano Marcelo Ebrard , desde ayer él sabía de esa decisión pero fue hasta esta mañana que conocieron las declaraciones de su homólogo argentino Felipe Solá, quien dijo que Morales le informó de su asilo en Argentina y le dio las gracias, así nomás.
Don Marcelo, nos hacen ver, había dicho en días pasados que esperaba que si Evo Morales tomará la decisión de salir de México de manera definitiva, pues hubiera una despedida del pueblo mexicano.
Pero la prisa de Morales por irse de México no debiera sorprender, pues apenas a 48 horas de estar refugiado en el país dijo en una entrevista con EL UNIVERSAL que estaba listo para regresar a Bolivia.
Y además se llevó las llaves de la CDMX.
Adiós, Che Evo…
