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El auditor especializado en gasto federalizado de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), Emilio Barriga, alertó que las nóminas de 28 entidades del país dependen exclusivamente de recursos federales , y estarán en riesgo de no poder pagarse si siguen a la baja las participaciones.
Al participar en el Parlamento Abierto sobre el gasto federalizado 2020 el funcionario dijo que este año, ante la caída de esas participaciones federales, las entidades han echado mano del Fondo de Estabilización de los estados, mismo que era de 90 mil millones de pesos.
Ya se ha usado la tercera parte y quedan 60 mil millones de pesos. Pero a ese ritmo, aseveró el funcionario, si la tendencia no se modifica y en 2020 no alcanzamos las recaudaciones estimadas, lo que al parecer así será, en dos años “los estados se quedarían sin mecanismos de protección” para hacer frente a eventuales caídas en los ingresos.
Barriga explicó que hoy únicamente tres entidades son capaces de financiar sus gastos personales (sueldos y percepciones), usando sus recursos tributarios y éstos son la Ciudad de México, Quintana Roo y Querétaro.
“Sólo estos tres estados pueden financiar sus nóminas con los impuestos locales que recaudan”; nueve entidades gastan en sus nóminas más de siete veces lo que recaudan de ingresos tributarios, “hay una elevadísima dependencia de recursos federales”, recordó.
En el encuentro expertos de México Evalúa y del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), urgieron una nueva Ley de Coordinación Fiscal, mientras que alcaldes reiteraron su demanda de tener más recursos.
El presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados, Alfonso Ramírez Cuéllar, reconoció la validez de las demandas .
Pero hay una “cobardía tributaria”, pues ni los legisladores quieren aumentar impuestos, ni los gobiernos estatales o municipales quieren mejorar la recaudación.
“Aquí teníamos la capacidad de incrementar ingresos reales por 80 mil millones de pesos, pero ni senadores ni la mayoría de diputados quisieron cargar con los costos políticos, tampoco los gobernadores o los alcaldes para mejorar su recaudación, hay una cobardía tributaria que nos tiene atados de manos”, advirtió.
Todos vienen a peregrinar pidiendo que regrese el Ramo 23 pero eso está cancelado, insistió.
Ramírez Cuéllar deseó que haya “una revuelta, un desgarriate municipal pero lo que vemos es un pasmo de los alcaldes y de los gobernadores…. Ojalá hubiera un desgarriate municipal para que propongan cómo resolver el problema”.
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