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politica@eluniversal.com.mx
“Tin-tuu-tuu-tuun”, suena el timbre de votación en el salón de plenos del Senado. Han pasado casi 10 horas de debate, está a punto de aprobarse la Ley Orgánica de la Fiscalía General, que le dará un fiscal al gobierno de la llamada Cuarta Transformación.
Pero en el salón de plenos la realidad legislativa cae como balde de agua fría: hay una mayoría que se comporta como oposición y una oposición que no pasa la prueba de ácido que se sienta en sus escaños como mayoría.
En la tribuna, el senador Cristóbal Arias (Morena) marca el ánimo del debate parlamentario. “Vienen a querer pretender que nos van a dar lecciones de Derecho Constitucional, que nos van a enseñar qué es el concepto de autonomía”.
Y lanza el primer misil contra PAN, PRI, PRD y MC, que desde sus escaños y con los números en contra hacen un esfuerzo por mantener un debate de altura.
“Qué bueno que van a votar en contra, porque aquí estamos la mayoría que tenemos el voto del pueblo de México y que le dio más de 30 millones al Presidente más legitimado de la historia política electoral de nuestro país, al licenciado Andrés Manuel López Obrador”.
Luego viene la cascada de reservas al dictamen. La senadora Claudia Ruiz Massieu (PRI) dice que su bancada presentará más de 40 reservas; el PAN un número similar, mientras que el coordinador del PRD, Miguel Ángel Mancera, se da vuelo en la tribuna, corrige las faltas de sintaxis y ortografía que encuentra en el dictamen, a través de una decena de reserva.
Pero el PAN regresa al debate. La senadora Kenia López pide que se incluya una fiscalía especializada para proteger los derechos humanos de las mujeres, pues el actual dictamen desaparece a la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia contra las Mujeres.
De inmediato las senadoras Malú Micher y Olga Sánchez Cordero salen en defensa al señalar que no sólo se crea una fiscalía para las mujeres, sino que por primera vez en la historia habrá una fiscalía especializada que se encargará de los derechos de las niñas y niños.
“No vengan a rasgarse las vestiduras de los derechos humanos de las mujeres, con todo respeto les digo que es un error”.
Se desbordan las pasiones. Su compañero de bancada, Víctor Castro, recrimina que “ya se habían tardado”, y que a pesar de su “chicanada legislativa” la “fiscalía va”.
Al final queda en el ambiente que son una Legislatura con falta de oficio parlamentario. Así los inicios de la Cuarta Transformación.