Envuelto en la polémica, entre acusaciones que lo relacionan con el Cártel de Sinaloa y su fundador, Ismael El Mayo Zambada, el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, llegó a la Ciudad de México para recibir el respaldo de los legisladores de Morena tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados y tener un poco de paz.
Sin avisar y sin reunión programada, el mandatario estatal arribó cerca de las 10:00 de la mañana al Senado de la República. Lo hizo de forma discreta para reunirse con los legisladores, encabezados por el presidente de ese recinto, Gerardo Fernández Noroña, y el coordinador guinda Adán Augusto López.
Durante el encuentro privado —que se prolongó por más de una hora—, Rocha Moya pidió a los senadores: “Confíen en mí”, luego de rechazar sus presuntos nexos con el crimen organizado.
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Al saber que más de una decena de reporteros lo esperaba, el gobernador salió entre pasillos para evitar a los medios de comunicación.
Tras el encuentro, Ignacio Mier Velazco, vicecoordinador de la bancada de Morena, afirmó que Rocha Moya “tiene todo un prestigio que lo acompaña, [es] un luchador de la izquierda” y aseguró que el mandatario estatal “fue el primero en denunciar todo ese flagelo que existe en Sinaloa y la simulación de las autoridades anteriores”.
Más tarde, cerca del mediodía, Rocha Moya llegó a la Cámara de Diputados, donde trató de aplicar la misma estrategia. Arribó al estacionamiento en medio de un protocolo de seguridad que no permitió que la prensa se acercara; sin embargo, al dirigirse al salón donde sostendría un encuentro con los diputados de Morena, sufrió un percance: se quedó atrapado en el elevador.
Iba acompañado del coordinador de Morena en San Lázaro, Ricardo Monreal Ávila, y otros funcionarios... El percance permitió a los comunicadores llegar y esperar pacientes a que personal de seguridad y de protección civil los rescataran tras un lapso de casi 10 minutos.
“Estamos viviendo un momento difícil, estamos atendiendo por el bien de las y los sinaloenses esta situación complicada”, declaró tras el rescate, y entre risas y bromas, Monreal Ávila permitió que el encuentro —que sería privado— se convirtiera en público.
El gobernador de Sinaloa habló de la crisis de violencia y hasta se dio tiempo de platicar sobre sus orígenes en la izquierda, y como académico y rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa.
“Fui candidato en el 86, mis adversarios fueron Francisco Labastida, del PRI, y Maquío Clouthier, del PAN, ambos posteriormente fueron candidatos a la Presidencia de la República, y nosotros éramos una izquierda muy, muy testimonial, muy chiquita”, declaró.
Al hablar sobre el conflicto que atraviesa su entidad, dijo que lo que dio origen al pleito entre Los Mayitos y Los Chapitos se remonta “al 25 de julio, cuando atrapan a Ismael El Mayo Zambada”, y aunque aseguró que el conflicto se está conteniendo con el respaldo del gobierno federal, reconoció que “no hay una idea clara” de cuándo terminará la violencia en ese estado.
“La presidenta Claudia Sheinbaum ha seguido apoyando de manera importante, nosotros no podríamos como gobierno estatal resistir a esos embates entre los grupos sólo con la policía preventiva del estado y la ministerial.
“Entonces, hemos estado enfrentando el problema, pero no tenemos todavía una clara idea de cuándo va a terminar, seguimos en la contienda las autoridades enfrentando la situación”, expresó.
Rocha Moya explicó que el problema se ha focalizado fundamentalmente en el municipio de Culiacán y con incidentes en municipios aledaños como Cosalá, San Ignacio y Navolato.
Argumentó que la violencia se ha maximizado en los medios de comunicación y que, desde el 25 de julio a la fecha, se ha reducido la violencia a través del decomiso de más de 350 fusiles, más de 100 mil municiones, varias decenas de granadas y más de 100 carros, la mitad blindados; además se ha apresado a alrededor de 50 civiles participantes en la violencia por uno o por otro lado, dijo.
En el encuentro, Monreal Ávila calificó a Rocha Moya como un “hombre humanista”, “padre de familia ejemplar” y “político excepcional”, por lo que manifestó su respaldo y el del grupo parlamentario de Morena.
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“¡Que viva Sinaloa!”, gritó; “¡que viva!”, respondieron los diputados que asistieron al evento.
Monreal Ávila se dijo seguro de que Sinaloa saldrá adelante: “Esta etapa que está viviendo el estado se va a superar con el apoyo de la presidenta Claudia Sheinbaum, con el apoyo de las instituciones y con el apoyo de tu propia capacidad”.
Fue un día de paz para el gobernador, pero sin una idea clara de lo que viene para Sinaloa.