Una reforma al sistema de pensiones para que los trabajadores reciban su pensión al 100% del salario base, como propone el presidente Andrés Manuel López Obrador, “quebraría” las finanzas del país, ya que supondría un incremento drástico al presupuesto que actualmente se destina a pagar pensiones contributivas del IMSS, ISSSTE, CFE, Pemex y las Fuerzas Armadas, que suma 1.5 billones de pesos (5.8% del Producto Interno Bruto).

El gobierno federal sólo podría obtener dichos recursos mediante endeudamiento y, aunado a ello, se tendrían que realizar recortes a otros rubros, como salud o seguridad, para sostener el incremento en las pensiones, señalaron especialistas consultados por

Refirieron que con la propuesta se provocaría un problema similar al que causó el Régimen 73, que otorgaba pensiones al 100%, porque no se pueden pagar jubilaciones permanentemente con endeudamientos y el Ejecutivo sabe que provocaría una “bomba de tiempo económica”, pero lo promociona con fines político-electorales.

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Actualmente es más difícil calcular cuánto se tendría que aportar para que un trabajador obtenga 100% de su pensión, ya que la reforma de 2020 establece cuatro o cinco escenarios por persona con diversas variables, como edad, salario y años de cotización; también se debe considerar la institución en la que se cotiza y si hubo una migración, es decir, si del IMSS el trabajador cambió al ISSSTE, por ejemplo.

Otro factor es que a un año de que entró en vigor (1 de enero de 2023) la última reforma al sistema de pensiones de 2020 es imposible analizar los resultados, ya que los efectos son generacionales y tendrían que pasar tres o cuatro décadas para que se perciba un impacto real.

Carlos Ramírez, expresidente de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro, señaló que la iniciativa del Presidente podría provocar el quiebre de las finanzas públicas porque el porcentaje que aportan los trabajadores y patrones es primordial para obtener una tasa de reemplazo alta, a menos que estén subsidiadas por el gobierno, como ocurrió en el pasado.

“Quebraría las finanzas públicas una medida de éstas y queda la duda de si el Presidente se va a atrever a mandar una iniciativa para quebrar las finanzas públicas o no con fines claramente político-electorales, y si el secretario de Hacienda va a aceptar una cosa como esta. No hay dinero para alcanzar eso [100% de la pensión]. Nos quedaríamos con un pasivo pensionario de una dimensión tal que no habría manera de quitárselo al país para las siguientes décadas”, expuso.

Explicó que ninguno de los países con los mejores sistemas de pensiones en el mundo, como Suecia, Dinamarca, Noruega o Australia, paga tasas de reemplazo de 100%.

España está dentro de los que tienen una tasa de reemplazo de 80%, con una aportación de 27% de los patrones y los trabajadores. Aún así, su sistema le provocó un déficit al gobierno de 3% de su PIB, por lo que “está quebrado el sistema de pensiones en España”.

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Señaló también que actualmente en México la aportación tripartita es de 9%, 1% del trabajador, 7% del patrón y aproximadamente 1% del gobierno, en promedio. “No hay país en el planeta donde el trabajador aporte tan poco, como en México”, apuntó Ramírez.

“La tasa de reemplazo con la reforma de 2020, de 60%-70%, es una tasa de reemplazo muy buena, que en estándares internacionales se reconoce como una buena pensión. Nadie aspira a tener tasas de reemplazo de 100%. Esta idea de 100% del Presidente se la sacó de la manga; es evidentemente político”, comentó.

En ese sentido, Moisés Pérez, director de Retiro y Bienestar Financiero para Latinoamérica de AON, advirtió que es inviable un sistema de pensiones como lo propone el presidente López Obrador. “De hecho, todos los países están migrando a sistemas de cuentas individuales, donde se traslada a las empresas y trabajadores la responsabilidad de fondear las pensiones.

“Lo veo muy complejo económicamente, muy delicado, porque no puedes estar pagando pensiones permanentemente por décadas derivado de endeudamientos.

“Se podría sacar dinero de algún lugar y lo pones en las cuentas y todo mundo tiene esa pensión, la gran pregunta es: ¿ese dinero de dónde sale? ¿Cuál sería el costo? Incluso si la intención fuera nivelar esa pensión con los mismos ingresos, sencillamente habría una serie de otras prioridades, que hoy día reciben esos ingresos desde la Federación, que empezarían a sufrir esa falta de recursos. De ahí lo inviable y lo costoso”, subrayó Pérez.

Explicó que la reforma pensionaria de 1997, durante el sexenio del expresidente Ernesto Zedillo, derivó de la incapacidad del Estado para mantener un nivel de pensiones al 100%, como lo establecía el Régimen 73.

“Justo el origen de la ley 97 proviene del reconocimiento de la inviabilidad y de la incapacidad gubernamental de mantener de por vida a los pensionados. Todo mundo asume que el aumento es de forma inmediata. Yo creo que es inviable totalmente porque sería como reconocer, el día de hoy, todos los ahorros que por décadas los trabajadores no hicieron”, comentó.

Andrés Rodríguez, abogado especialista en Derecho Laboral y Seguridad Social, señaló que aunque es impopular estar en contra de la pensión al 100%, “ha habido casos en la historia donde el sistema de pensiones ha llevado a un punto de quiebre a los gobiernos, y ya no se diga a las empresas, en planes de pensiones privados que tenían un sistema tradicional, donde los trabajadores se retiraron con prácticamente 100% de su sueldo”.

“Yo no veo cómo alcanzaría el presupuesto para eso, sobre todo en un país con tantas carencias. Pareciera como si se dieran bandazos. Me parece poco serio que si en 2020 hiciste una reforma, apenas entrando en vigor esa reforma ya estés pensando en otra. Pareciera más un tema electoral que un tema pensado técnicamente”, advirtió.

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