Pacientes con cáncer tramitaron amparos contra el Instituto Nacional de Cancerología (Incan) y otras autoridades del sector Salud para que no se les niegue la atención o los medicamentos que necesitan por falta de recursos.
En San Luis Potosí y en la Ciudad de México, dos jueces federales concedieron suspensiones para que el gobierno federal, a través de las instituciones de salud garanticen a los pacientes la atención y las medicinas que requieren sin argumentar desabasto o recortes presupuestales.
Los quejosos fueron asesorados por la asociación civil Renace, que contactó a un despacho de abogados entre los que se encuentra José Mario de la Garza, quien hasta ahora ha presentado tres amparos de este tipo y prevé poner a disposición del público las demandas para que cualquier persona pueda tramitar su juicio para exigir atención médica para pacientes con cáncer.
La primera demanda fue presentada en San Luis Potosí a favor de Fernanda que padece leucemia: “Tuvimos éxito y logramos que se entregaran los medicamentos”, afirmó José Mario de la Garza.
“La promoción de estos amparos se hace totalmente gratuita, la idea es poder compartir la demanda y todos los documentos que se requieran para que se pueda socializar este mecanismo y facilitarlo, de forma que otros abogados en México puedan utilizar el mismo esquema”, dijo.
El pasado 6 de diciembre, el juez Decimocuarto de Distrito en Materia Administrativa en la Ciudad de México recibió el amparo de otro paciente con leucemia mieloide crónica, a quien el Instituto Nacional de Cancerología le negó la atención integral y los medicamentos que requiere bajo el argumento de que hay desabasto por falta de presupuesto.
“Ellos argumentaron falta de presupuesto, pero el derecho humano a la salud no está sujeto a temas presupuestales”, comentó el abogado.
El juez concedió la suspensión de oficio y de plano a favor del quejoso sin requerirle mayores pruebas del acto que reclamó.
“Para el efecto de que el Instituto Nacional de Cancerología dicte todas las medidas necesarias a efecto de que se otorgue al quejoso la atención médica necesaria para salvaguardar su vida, se suministren los medicamentos, cuidados y tratamientos necesarios para atender su padecimiento, de acuerdo a la valoración y al diagnóstico que realicen los médicos especialistas correspondientes”, indica el acuerdo.
“Queda bajo la más estricta responsabilidad del Instituto Nacional de Cancerología el garantizar que la parte quejosa no sea privada ni se le restrinja o niegue el cuidado y tratamiento especializado necesario a fin de preservar su salud”, señala.
El juez advirtió al Incan que de no cumplir con el mandato, puede presumirse violación en perjuicio del quejoso a sus derechos fundamentales a la vida y a la salud.
“Lo anterior se determina así, dada la notoria urgencia e imposible restitución a su salud, por lo que deben tomarse todas las medidas necesarias inmediatamente sin necesidad de contar con prueba alguna acerca de la existencia y consecuencias del acto reclamado”, señaló el juez.
Concedió 24 horas al Incan para rendir un informe en el que detalle las medidas que tomó para cumplir la suspensión concedida.
El tercer amparo también fue presentado en la Ciudad de México, pero el quejoso aún no ha sido notificado de la admisión y la suspensión provisional que solicitó.
Organizaciones como Nosotrxs, Derechohabientes Viviendo con VIH del IMSS, Fundar Centro de Análisis e Investigación y Asociación Mexicana de Lucha contra el Cáncer, entre otras, crearon una base de datos a través de la cual entre mayo y septiembre de este año 2 mil 300 pacientes señalaron el desabasto de medicamentos.
Con los datos reportados, el colectivo realizó un informe del que se desprende que la Ciudad de México, el Estado de México y Veracruz fueron las tres entidades que registraron más casos de desabasto, y que las principales causas de esto son las fallas en la distribución de medicamentos, nuevas reglas en la compra de medicinas e insumos para la salud, y casos de corrupción.
La mayor frecuencia de casos en los que no hay medicamentos se concentra en tratamientos para enfermedades, como: diabetes 15.3%; hipertensión, 14.3%; cáncer, 8.6%; VIH, 7.3%, y fallo renal 3.5%.