Santa Lucía, Méx.— Al filo de las 09:00 horas, las operaciones del Aeropuerto Internacional Benito Juárez de la Ciudad de México iniciaron un protocolo especial: abrieron pista para el despegue, sin contratiempos, del Boeing 737-800 de la Fuerza Aérea Mexicana que llevaría a bordo al Presidente de la República.
Fue la segunda vez que el presidente Andrés Manuel López Obrador viajó en un avión del Estado mexicano: la primera fue para ir de emergencia a Tabasco, ante las inundaciones que azotaban la entidad.
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Ayer voló durante 11 minutos a Santa Lucía, acompañado por los secretarios de la Defensa y de Marina, de representantes de los otros Poderes de la Unión y de tres mandatarios locales, para inaugurar las nuevas instalaciones de la Base Aérea Militar número 1, ubicadas dentro del complejo militar adyacente a las futuras instalaciones del Aeropuerto Internacional General Felipe Ángeles.
Desde las primeras horas del miércoles, la antigua sede del Hangar Presidencial lucía con más movimiento que de costumbre. Uno a uno, los invitados comenzaron a llegar.
El Presidente subió la escalinata, preguntó cuál era su asiento y le dieron el número uno. A las 8:55 se informaron medidas de seguridad y que se estaba a punto de despegar. A las 09:00 horas el avión de la Fuerza Aérea comenzó a subir y con esto iniciaba el vuelo inaugural de la pista de la Base Aérea Militar No. 19.
Se escuchó en la cabina un mensaje de la Torre de Control: “Respetable Andrés Manuel López Obrador, presidente de los Estados Unidos Mexicanos, y comitiva que lo acompaña, desde la Torre de Control le enviamos un fraternal saludo y es un honor darles la más cordial y calurosa bienvenida al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles. ¡Felicidades por este primer aterrizaje!”. Hubo un tímido aplauso de los invitados al vuelo inaugural.
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A las 09:11 horas, las llantas del Boeing 737-800 tocaban el piso de la pista y con ello quedaba inaugurado el primer vuelo de la Base Aérea Militar 1 y con esto, el inicio de la entrega de unos de los proyectos prioritarios, que se espera que esté concluido en 13 meses y que es considerado por el Presidente como “el aeropuerto más importante del mundo”.