Luego que dos hombres llegaron a la oficina de un amigo de Carlos Alazraki Grossmann, buscándolo con una presunta orden judicial, el publicista y empresario, se amparó "por si las moscas".
EL UNIVERSAL habló con Alazraki, quien explicó que aunque no tiene una orden de aprehensión su abogado le pidió que se amparara.
“Nunca volvimos a saber nada de estos cuates ni sabemos quién lo hizo ni idea tenemos. Entonces parece ser que cuando hay una orden de amparo, el juez que va a dar el amparo le pregunta a los jueces de la Ciudad de México si hay algo contra mí. Parece que no porque ya tengo el amparo entonces todo el mundo se ha preocupado, no tengo orden de aprehensión, no tengo nada. Estoy amparado por si las moscas”, explicó.
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Agregó que desconocen quiénes eran “los rufianes” que querían extorsionarlo. A la fecha, no han regresado ni se han comunicado con él, de hecho, se dijo tranquilo y viviendo su vida con normalidad: “Yo creo que eran medio novatos, alguien que me quería espantar o extorsionar, es mi percepción”.
"Le hablé a mi abogado, Javier Cuello Trejo, y me dijo: 'lo primero que hay que hacer es ampararte, preguntarle a los jueces si hay un problema o no'", aclaró.
"Yo nunca he tenido nada con la ley, yo aquí tengo aquí en la casa el amparo. O sea, ya preguntaron y evidentemente no hay nada, además, ¿por qué habría? o sea, ¿yo qué hago?”, indicó.
Sobre si hay o no un problema legal, Carlos Alazraki Grossmann afirmó que "aparentemente no".
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