Por su fama en redes sociales como un milagroso reductor de peso y medidas, Mounjaro (Tirzepatida), medicamento para adultos con diabetes mellitus 2, es solicitado por decenas de personas que no padecen esta enfermedad, pero que lo buscan por moda y sin medir los riesgos.
A pocas semanas de su llegada a México, expertos advierten de las decenas de contraindicaciones que presenta, y lamentan que pueda ser utilizado por jóvenes y personas con trastornos alimenticios.
“Cuando tenemos un medicamento en México que te promete bajar 20% de peso, aunque sea para un paciente diabético o metabólicamente enfermo, mucha gente hace mal uso de él. A la consulta llegan pacientes que tienen cinco o 10 kilos de peso arriba, que no son obesas, que lo que quieren es un bloqueo del apetito para verse más flacas, eso es precisamente lo que se debe evitar”, explica Ariana Canché, médica internista y nutrióloga clínica.
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Mounjaro es una medicina inyectable que mejora los niveles de azúcar (glucosa) en la sangre, especialmente en adultos con diabetes tipo 2. Distribuido y patentado por la empresa farmacéutica Eli Lilly; sin embargo, puede causar tumores en la tiroides hasta convertirse en cáncer de tiroides, además de que provoca inflamación del páncreas (pancreatitis), hipoglucemia y hasta insuficiencia renal.
Además, reacciones alérgicas serias como inflamación en la cara, los labios, la lengua o la garganta; dificultad para respirar o tragar, picazón, desmayo o mareo y taquicardias, además de cambios en la visión o problemas de vesícula.
La experta puntualiza que se desconoce si el mal uso en pacientes que no están metabólicamente enfermos tenga repercusiones clínicas a largo plazo porque, al ser un fármaco nuevo, todavía no hay estudios suficientes. De pasar la dosis de 2.4 mg semanales, las personas podrían presentar náuseas, vómito, diarrea, dispepsia (indigestión) e intolerancia gástrica.
“No vale la pena arriesgar la salud por un objetivo estético. Si actualmente una paciente tiene 20 años va estar cuatro años delgada, pero a los 40, a los 50 tendrá una disfunción metabólica y le va a costar mucho trabajo bajar de peso. Los medicamentos, aunque suenen muy buenos para ciertos padecimientos, siempre van a tener efectos en el estómago. Si no está indicado por alguien que estudió para dar la indicación, tendrá efectos secundarios sí o sí”, advierte.
Por su parte, el médico y especialista en obesidad y comorbilidades, Luis Mayorga Santos, describió fármacos similares como “atajos” que se difunden en Instagram, Facebook y TikTok, donde personas aseguran que se trata de un camino fácil para adelgazar sin ayuda de ejercicio y cambio de alimentación.
“El riesgo que se tiene con esos medicamentos que son para modular la ingesta es que, sobre todo en población vulnerable como adolescentes, hay un mayor riesgo de que lleve a un trastorno de la alimentación: anorexia, bulimia. No está controlado como un antibiótico o sicotrópico, por lo que está al alcance de muchas personas que pueden dejar de comer y tener severos problemas de salud”, dice.
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Por otro lado, los efectos del medicamento se ven siete meses después de aplicarse y hasta las 28 semanas, por lo que los resultados “inmediatos” se deben a que las personas dejan de comer y se desnutren.
En un recorrido por farmacias comerciales, EL UNIVERSAL consultó a trabajadores que reconocieron que las personas jóvenes con sobrepeso compran varias cajas sin pedir información previa y sin receta, pues no es un medicamento controlado y su precio es menor al de Ozempic.
“Las personas que sí tienen diabetes están más acostumbradas a tomar pastillas de metformina, dapagliflozina; son muy pocas personas las que se pueden permitir ese gasto tan caro. Ahorita ya se dejó de vender menos el Ozempic y ya están pidiendo más el Mounjaro”, explica un trabajador farmacéutico.
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Actualmente, el tratamiento semanal de Mounjaro oscila entre los mil 300 y mil 800 pesos en farmacias, en forma de pluma precargada, de una sola dosis. Hay presentaciones de 2.5 mg, 5 mg, 7.5 mg, 10 mg, 12.5 mg o 15 mg por inyección de 0,5 ml. En la legislación mexicana, este pertenece al Grupo IV, que requiere receta médica; sin embargo, puede ser surtido varias veces como si fuera Ibuprofeno o Fluoxetina.
“Hay dos versiones de Ozempic, una vale tres mil y otra 4 mil 800. Entonces, las personas se van a guiar más por esta nueva versión que es más económica, no vienen buscando qué producto es mejor, sino qué producto es más barato y que les ayude a bajar de peso más rápido”, dijo otro.
Recomendado sólo para pacientes diabéticos y con obesidad.
Especialistas explicaron que la Tirzepatida contiene dos hormonas: la GIP, un polipéptido que ayuda a estimular la secreción de la insulina en respuesta con la glucosa, y la GLP-1, que también estimula la insulina y a su vez disminuye el vaciamiento intestinal, que causa una saciedad más temprana y una reducción en la ingesta de los alimentos. Mientras que a pacientes con diabetes mejora la sensibilidad a la insulina.
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“Es importante remarcar que estas dos hormonas las produce nuestro intestino, lo innovador del medicamento es que ya se puede introducir de manera adicional a nuestro cuerpo para ayudar con esos efectos. Es para el control de diabetes, resistencia a la insulina y se utiliza en conjunto con una adecuada alimentación y ejercicio para mejorar los niveles de glucosa”, comenta Mayorga Santos.
“El candidato ideal es aquel paciente con un grado de obesidad alto. Pacientes con resistencia a la insulina o diabetes, que ya debe tener un tratamiento, incluso metformina de base. Pacientes que tienen mucha grasa visceral, pacientes que tienen hígado graso en cualquier grado, pacientes con síndromes metabólicos como presión alta o con almacenamiento erróneo de lípidos”, agregó la doctora Cánche Arenas.
Mujeres: principales víctimas de la violencia estética
Desde temprana edad, muchas mujeres reciben todo tipo de comentarios negativos de sus familias o compañeros de escuela respecto a sus cuerpos, lo que provoca que se sometan a dietas extremas, se obsesionen con ser delgadas y desarrollen trastornos de conducta alimentaria.
“Con (el medicamento) Ozempic no pasó nada, no me hizo efecto, casi no bajé de peso. Con Rybelsus fue mucho peor, subí cuatro kilos. Llevo usando todo tipo de medicamentos para bajar de peso desde que tengo 16 años, remedios caseros, todo. Y nunca había sentido el efecto y la reacción que hace Mounjaro en mi cuerpo”, indica una mujer en su cuenta de redes sociales.
Por cinco semanas, Adrianna se inyectó el medicamento, el cual describió como “maravilloso”, desde el primer día dejó de comer saludablemente y su hambre desapareció por completo: todos los antojos y pensamientos de comida los eliminó.
Así, se siente satisfecha y sin ganas de comer, lo que dura unos seis días pero es suficiente, ya que en el séptimo se inyecta otra vez.
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“Tiene muchos beneficios, es impresionante los efectos que se sienten para que dejes de comer si comes por ansiedad o por gula. La primera vez que me apliqué la dosis de 5 mg me dio mucho sueño, me dormí y desperté sin nada de hambre. Quise comer como un día normal y no pude terminar la mitad del plato que me había servido, en el primer día sólo comí media porción, al día siguiente no tuve nada de hambre”, explica.
Al relatar su experiencia con las inyecciones, cientos de mujeres curiosas preguntan el precio y disponibilidad, sin importar los efectos secundarios de Mounjaro. Poco a poco, forman comunidades para compartir sus experiencias y difundir la eficacia de dicho medicamento.
La sicoterapeuta clínica Adriana Domínguez lamentó que la sociedad orille a mujeres a someterse a tratamientos que dañan su salud física y mental: “La persona se siente insuficiente y eso daña principalmente su autoestima, siente rechazo y esto hace que tenga una necesidad de ser aceptada. Hacen lo que sea para ser aceptadas, con tal de encajar en los parámetros que la sociedad ha establecido”, destaca.
Enfatiza que “está exacerbada con una obsesión de ser perfectos y se manifiesta constantemente en las redes sociales; se mide mucho por el número de likes. Es una expectativa social de que tienen que cumplir todos ciertos estándares. Se burlan los adultos, y los niños aprenden a burlarse”, lamentó.
Al ser presionadas, explicó la experta, pueden ser diagnosticadas con ansiedad, desequilibrio hormonal y producir más cortisol, una hormona que se genera al tener altos niveles de estrés, lo que a su vez puede provocar que una mujer coma por compulsión y que almacene más grasa en el abdomen.
“Sienten impotencia de que hacen todas las dietas y ninguna funciona. ¿Por qué no les funciona? Porque tienen el cortisol en contra. Cualquier persona sabe que no está bien recurrir a un tratamiento que te va a quitar el hambre. Es muy dramático tener que llegar a esto para darle gusto al otro, al grado de sacrificar la vida para ser aceptada”, consideró.
Por ello, la especialista exhortó a todas las personas a asistir a terapias gratuitas, en las que las víctimas de violencia psicológica puedan expresarse. Además, pidió ser empáticos y darse cuenta de que sus palabras pueden hacer que alguien se quite la vida.
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