La dirigencia nacional de Morena cierra este año con un acumulado en bancos de cuando menos mil millones de pesos de financiamiento público de 2019, mismos que no ejerció y que, de no erogar a más tardar el 31 de este mes, deberá devolver al erario, pues los partidos políticos tienen prohibido hacer guardaditos con los recursos públicos.

Este año Morena recibió cada mes sus mensualidades de 130.6 millones de pesos a los que tiene derecho, por lo que acumuló mil 567.6 millones de pesos.

La mayor parte de los recursos han sido ahorrados, según una revisión a la información pública de ese partido, datos del Instituto Nacional Electoral (INE) y estimaciones propias, ante la omisión del partido de reportar avances sobre el ejercicio de su gasto, como lo establece la ley.

El cochinito que ha hecho Morena se estima en mil millones de pesos durante este 2019 y en estos últimos días del año su dirigente nacional, Yeidckol Polevnsky, intenta invertirlos en la compra de un inmueble que será la sede nacional y tener ahorros, sobre todo en 2020, pues ya comprometió la devolución parcial de los recursos.

“Haremos una reunión para ver los inmuebles finalistas, tenemos que ser muy quisquillosos para buscar las mejores opciones. Aún estamos viendo varias [opciones], es muy importante que esté bien ubicado, donde haya medios de transporte, queremos una zona como la Roma, Juárez, Cuauhtémoc. Para la sede de la Ciudad, en la Del Valle”, explicó en entrevista Polevnsky.

De acuerdo con la dirigente nacional de Morena, en los últimos cuatro días del año será posible cerrar el trato. Como documentó EL UNIVERSAL en sus ediciones del 28 de julio y 27 de agosto, el partido no devolvió al erario 50% de su financiamiento de este año —como le ordenó su Congreso Nacional de noviembre de 2018—, y con él piensa estrenar un inmueble.

“Ya estamos en los contratos de compra-venta, tenemos varios en proceso”, pero, reconoció la lideresa, no hay decisión concreta.

Durante los años 2015, 2017 y 2019 el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ha emitido tesis de jurisprudencia para establecer que la prioridad de los partidos debe ser cumplir las funciones que tienen por ley y para las cuales reciben recursos, por lo que si no los ejercen al cierre del año, deben devolverlos a la Tesorería de la Federación (Tesofe).

Todavía en noviembre pasado, al resolver una impugnación del Partido del Trabajo (PT), en la que alegó que son “ahorros” que puede conservar, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación reiteró que los partidos están obligados a ejercer sus recursos ordinarios y de campaña “dentro del año calendario” y para promover la participación ciudadana en la vida democrática, difundir la cultura política, así como pagar salarios, arrendamientos o propaganda.

Lograr remanentes “no justifica que puedan retenerlos bajo el concepto de ahorro, para emplearse en subsecuentes ejercicios”, pues son patrimonio del Estado que sólo pueden usarse para los fines y en el año en que fueron entregados, estableció el TEPJF.

El cochinito

Datos del Instituto Nacional Electoral reflejan que este año Morena pagó 59.4 millones de pesos en multas, pero una revisión arroja gastos de operación mínimos en relación con los recursos que le fueron entregados.

Por ejemplo, la nómina del partido es máximo de 315 dirigentes y trabajadores, todos con contrato por honorarios asimilados a salarios, por lo que carecen de prestaciones laborales y el sueldo máximo es de 30 mil pesos netos.

Polevnsky no percibe ingresos y ella paga sus viáticos, en tanto que cedió sus atribuciones para el manejo de las cuentas bancarias del partido al secretario de Finanzas, Joel Frías Zea.

La nómina mensual promedio del instituto político es de 2.5 millones de pesos y en viáticos se calcula que es de 300 mil en todo el año.

En renta de inmuebles paga unos 2 millones de pesos anuales, entre la casona de Chihuahua número 216, ubicada en la colonia Roma, alcaldía Cuauhtémoc, de 150 mil pesos al mes; las oficinas de Leonel Godoy, y la sede oficial, en Iztacalco.

Las actividades políticas ordinarias, que se limitan a giras, reuniones, impresión de materiales —que inició avanzado el año— son mínimas, pues por las pugnas internas que libra hace un año prácticamente carece de vida partidaria.

Además, las seis elecciones locales de este año fueron financiadas con recursos estatales.

En sus elecciones internas —que fueron anuladas— se calculan 4 millones de pesos en renta de salones, pago de equipo y papelería, pues nada informa en su portal, aunque está obligado por la ley.

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