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La ministra Loretta Ortiz Ahlf se estrenó como la última presidenta de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), que desaparecerá en septiembre de este año, junto con la segunda, derivado de la reforma judicial.
En la sesión de este miércoles, Ortiz Ahlf agradeció el “voto de confianza” de sus compañeros ministros Jorge Mario Pardo Rebolledo, Ana Margarita Ríos Farjat, Juan Luis González Alcántara Carrancá y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, en la sesión de diciembre del año pasado.
Prometió que ella y su equipo pondrán todo su esfuerzo para corresponder a la confianza depositada y “llevar a buen puerto” las funciones de la Primera Sala de la Corte.
De manera especial, la ministra Loretta Ortiz Ahlf agradeció el trabajo y dedicación del ministro Jorge Mario Pardo Rebolledo, a quien sucedió en la presidencia de la Primera Sala.
“A nivel personal le agradezco ampliamente su apoyo cuando me integré a la Sala, siempre con la mejor disposición de mantener la excelencia de este órgano”, dijo.
Ortiz Ahlf afirmó que asume la presidencia de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), “consciente de la responsabilidad que representa, sobre todo considerando que a raíz de la reforma judicial se prevé la desaparición del funcionamiento de las Salas de este Alto Tribunal, lo que me consagra como su última presidenta”.
Y añadió: “La importancia de la Primera Sala ha sido histórica, su integración por ministros y ministras ampliamente comprometidos con la justicia por México se ve reflejada en el reconocido prestigio de sus criterios y decisiones emblemáticas y paradigmáticas que se han emitido en favor de las personas más vulnerables y necesitadas que enfrentan procesos penales, civiles, agrarios y las demás materias que esta conocida”
Se dijo convencida de que se logrará mantener los más altos niveles de eficiencia y calidad en el trabajo realizado hasta ahora. “Finalmente, reitero nuevamente a ustedes mi compromiso de ofrecer una impartición de justicia eficaz y ágil, sin distinciones y sobre todo con apego a los derechos humanos de las personas. Aunque nuestros criterios jurídicos no siempre coinciden, tengo plena certeza de que esta pluralidad fortalece nuestras decisiones y nuestra responsabilidad frente a la esperanza de justicia que tocan estas puertas”.
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