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ariadna.garcia@eluniversal.com.mx
El Instituto Nacional de Migración (INM) no ha contado con los controles migratorios necesarios para verificar la documentación de las personas que ingresan al país a bordo de vehículos particulares en la frontera norte mexicana.
Así se estableció en la tercera entrega de la Cuenta Pública 2017 que difundió la Auditoría Superior de la Federación (ASF). Al Instituto Nacional de Migración se le hizo una revisión sobre los Servicios Migratorios y, al menos en lo que respecta al control en puntos de internación terrestre, se detectó que priva el descontrol.
En el punto de internación El Chaparral, en la garita Tijuana-San Ysidro, se detectó que no existen controles de registro para identificar a las personas que ingresan vía terrestre o vehicular al país ni tampoco de las que salen.
Esta garita cuenta con 20 carriles destinados para el acceso vehicular, de los cuales ninguno tiene control.
En el punto de internación terrestre Mesa de Otay hay cinco carriles para el tránsito vehicular y tampoco existen controles para verificar la documentación migratoria de las personas que ingresan al país a bordo de autos particulares.
Además, se observó que no existen controles de registro para identificar a las personas que abandonan el territorio nacional en auto o a pie, y a aquéllas que son rechazadas por la autoridad migratoria de Estados Unidos en Instituto Nacional de Migración se les traslada a las instalaciones migratorias estadounidenses y cuando son devueltas a México no hay medidas de seguridad y ello da pie a que las personas se den a la fuga.
“La falta de controles en estos puntos de internación está impactando de manera negativa el cumplimiento del objetivo de controlar y regular los flujos migratorios de nacionales y extranjeros que pretenden ingresar o salir del territorio nacional. Ello con el subsecuente riesgo de presentarse probables actos de corrupción por parte de los agentes federales de migración, toda vez que no se registra a la totalidad de las personas que ingresan al país”, se especificó en la Cuenta Pública 2017 en su última entrega.
Como consecuencia de la falta de control migratorio, se indicó, se desconoce si las personas ingresan de manera regular o irregular, así como el tipo de actividad que van a llevar a cabo durante su estancia en territorio nacional y si cuentan con alguna alerta migratoria o antecedentes penales, lo cual afecta la seguridad nacional.