Es el mercado Independencia en la colonia Benito Juárez, aquí entre frutas y verduras, en uno de los costados del mercado, en donde Jorge Lozano, religioso de la comunidad de los Misioneros Josefinos, espera para poner ceniza a los creyentes católicos del lugar.
Es Miércoles de Ceniza y a diferencia del año pasado en el que en algunos templos no se llevó a cabo el ritual, esta vez algunos religiosos salieron a las calles para dar inicio a la Cuaresma católica .
Es en pequeños módulos instalados en mercados, parques o calles en donde padres, misioneros o asistentes ponen y regalan ceniza a los creyentes que se acerquen.
"Arrepiéntete y que el Señor se quede contigo" fueron las palabras que escuchó la señora, Margarita Arcos de 74 años, quien acompañada de su nieta de siete años acudió al mercado para adquirir sus alimentos y de paso recibir la tradicional ceniza.
Ella considera está acción por parte de iglesia beneficia a los creyentes que no pueden acudir al centro religioso.
Foto: Germán Espinosa. EL UNIVERSAL
"Está muy bien que salgan a las calles a poner ceniza, algunos de nosotros no podemos asistir al templo, como yo, que tengo que cuidar a mis dos nietas. Entonces al venir a hacer las compras para la comida, puedo tomar ceniza", explicó.
En este mercado, a medio día, el vaivén de la gente es constante. Algunos con bolsas de mandado en mano, otros con grandes trozos de chicharrón o con bolsas con verduras pasan por el módulo, se persignan y agallachan la cabeza para recibir ceniza.
Otros, toman algunos de los sobres de ceniza que la iglesia ha puesto para llevar, como la señora Rosario Aguilar de 66 años, quien tomo siete sobres para sus familiares.
Foto: Germán Espinosa. EL UNIVERSAL
"Esta muy bien que estén estos módulos, yo no puedo andar mucho en la calle, pero sí tengo que venir al mercado por la comida, por eso el que estén poniendo ceniza aquí es especial y muy bonito. Además les puedo llevar la ceniza a mis tres hermanos enfermos que tengo", dijo.
En esa misma colonia, en la calle Serafín Olarte sobre la banqueta, en otro módulo, la señora María Aidé saluda a sus vecinos y espera paciente, a la sombra de un árbol, a toda persona que quiera tomar ceniza.
Pocos son los que llegan, algunos la saludan con familiaridad, otros se acercan tímidamente, preguntan y acceden a que les pongan ceniza.
Foto: Germán Espinosa. EL UNIVERSAL
Entre esas personas está la señora Laura y Estefany Reyes, quienes en su camino hacía el mercado aprovecharon el inesperado módulo y tomaron ceniza.
"Felices de que podamos tomar ceniza aquí. No salimos mucho por la pandemia e ir a una Iglesia nos parece peligroso, por ello, esta idea esta genial, ya que no hubieramos ido, pues a mi hermana la cuidamos mucho por el Covid-19", dijo Laura.
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Así en un Miércoles de Ceniza atípico por la nueva normalidad, los creyentes reciben ceniza en mercados, plazas y calles, con ello, mantienen vivo el inicio de la cuaresma católica.
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