desea unos tacos al pastor, su comida mexicana favorita. Tras seis meses de persecución en Qatar por ser gay y vivir con VIH, el mexicano-británico llegó el lunes a México, donde también ansía ir a un concierto de Edith Márquez, su cantante preferida.

En entrevista con , Manuel Guerrero cuenta que físicamente se siente bien, pero emocionalmente tiene sentimientos encontrados luego de ser encarcelado por más de un mes en Doha, la capital qatarí, donde sufrió tortura física y sicológica.

El connacional de 44 años se dice “contento y triste”, pues en junio pasado recibió una sentencia de multa por 10 mil riyales qataríes (alrededor de 50 mil pesos mexicanos), así como la deportación.

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Foto: Yaretzy M. Osnaya | El Universal
Foto: Yaretzy M. Osnaya | El Universal

Guerrero Aviña fue detenido con engaños por las autoridades qataríes en febrero. Por medio de la aplicación de citas Grindr le tendieron una trampa y el gobierno le fabricó cargos por posesión de sustancias controladas para encubrir la persecución por motivo de su orientación sexual y condición médica, además que se le negó el acceso a los antirretrovirales. “A lo mejor no tuve la resolución legal que yo hubiese querido, pero contento de contar con un apoyo fuerte de familiares y amigos, una mezcla de emociones”, dice.

“Mi arresto no define quién soy”, destaca al calificarse como “entusiasta”. Especialmente agradece a las poblaciones LGBT+ que estuvieron “al pie del cañón” apoyándolo. “Ser gay no es un delito”, insiste.

Por el momento no se ve como activista, pero sí visualiza que su historia sirva para apoyar a otras personas con casos similares.

Dice que “no le hace el feo a la política” y considera que sería interesante ver si hay algo en que su visión coincida con el gobierno: “Estoy muy contento con el resultado de la elección, claro que estoy a favor de que Claudia [Sheinbaum] haya ganado y estoy muy contento de que siga el gobierno en esa dirección”.

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Dos hermanos necios contra las injusticias

Enrique Guerrero Aviña fue pieza clave en el caso de su hermano Manuel. Por medio del Comité Manuel Guerrero acudió a instancias internacionales y ahora celebra “una victoria más por la justicia”.

“Sentamos un precedente para que Qatar sepa que no puede violar los derechos de la comunidad LGBT y de las personas”, declara.

Contento por tener de regreso a su hermano, Enrique comenta a El Gran Diario de México que fue preso político del gobierno de Enrique Peña Nieto por cinco años y nueve meses, y que su caso fue documentado por Naciones Unidas.

“Dicen que lo que no te mata te hace más necio, así que continuamos en la lucha y esa vivencia ha fortalecido más mi carácter, pero también mis herramientas para defender a otras personas”, expresa.

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