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La política internacional impulsada por Donald Trump en Estados Unidos de América (EUA) ha manejado de manera vinculada los tópicos de migración, narcotráfico y comercio, los cuales tradicionalmente habían sido revisados de forma independiente, expresó el investigador del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Raúl Benítez Manaut.
Recordó que lo anterior se muestra en las 147 órdenes ejecutivas, de las cuales 14 tienen relación directa con México y 25 efectos indirectos, entre las que destacan la designación de cárteles del narcotráfico como terroristas, asegurar las fronteras y revisar el programa de admisión de refugiados.
El especialista en estudios latinoamericanos subrayó que la mezcla de los asuntos de migración, narcotráfico y comercio representa una bomba atómica. En el pasado se trataron de forma segmentada. En este entorno, la habilidad de la diplomacia mexicana debe volver a tratarlos de esta manera.
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A su vez, el también integrante del CISAN, Leonardo Curzio Gutiérrez, explicó que hoy en día aquellos acuerdos que se pensaban instituidos como parte de un tratado internacional, son algo frágil. El problema para México es cómo conseguir que tópicos como la migración funcionen.
Al participar en el Encuentro Nacional “La investigación social, migración y las fronteras de México”, el doctor en historia precisó que se ha recalibrado la relación entre ambas naciones, pues en este momento hay un trato cada vez más displicente y profundamente agresivo hacia nuestro país, ganando cada vez más el sentimiento de antimexicanismo frente a la mirada poco activa de nuestros dirigentes, sin contraponer una narrativa.
Curzio Gutiérrez apuntó que aunque hay analistas que consideran que EUA aún se conducirá hacia el mundo, donde el nearshoring es lo importante, los chinos son el problema y regresará la racionalidad previa del sistema internacional de la segunda posguerra. Veo un Estados Unidos convirtiéndose en estado nacional, agresivo.
En el Salón de Profesores Eméritos, Tonatiuh Guillén López, investigador del Programa Universitario de Estudios del Desarrollo y moderador de la mesa, destacó que en la coyuntura el nexo entre ambas naciones en materia migratoria se ha constituido en un asunto central y decisivo.
En la mesa “Política migratoria mexicana y relación bilateral con Estados Unidos”, Guillén López expuso que también es un rubro determinante por el impacto que tiene en la movilidad y los flujos, y de pasar del momento más alto en escala de traslados humanos a la más reducida en la historia; no es casualidad, es un efecto de política de Estado, un escenario donde la vinculación ocupa un papel central.
En tanto, el embajador y director general ejecutivo de The Aspen Institute México, Enrique Berruga Filloy, rememoró que en la tradición política estadounidense siempre ha habido tensión entre los aislacionistas y los intervencionistas. Trump pertenece a los primeros con su lema “American first”, que surge de la reflexión de que pueden realizar las cosas solos al considerar que el mundo exterior es una carga.
El diplomático y escritor manifestó que la migración es un problema distinto. Para cualquier país este fenómeno es soberanista –al determinar quién entra, cómo lo hace, si se reconocen derechos, etcétera– con el foco puesto en la aplicación de la ley, separando familias.
dft