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Solidaridad y apoyo es un sentimiento que se comparte entre los mexicanos, ante las deportaciones que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha puesto en marcha, así pudo constatarlo EL UNIVERSAL.
Aunque algunos desconocen el tema, todos, sin excepción, rechazan el maltrato de los suyos: migrantes mexicanos que están siendo deportados. No hay lugar para la división, ni para filias o fobias partidistas, pero sí para la unidad, para el respaldo, e incluso, para la crítica por las acciones con las que ha respondido el gobierno federal y por la postura “firme” que ha tomado la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.
“México no se raja, a seguir luchando y a levantarse otra vez”, dice Daniel, un sinaloense nacido en Los Mochis, que, ante los embates de Trump a “nuestros paisanos”, les recuerda que en México “tienen las puertas abiertas y aunque va a ser muy duro llegar en ceros, tienen todo mi apoyo y del país”.
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En su mayoría, los ciudadanos destacan la “firmeza” y la “inteligencia” con la que se ha dirigido Sheinbaum Pardo para la defensa de los mexicanos, pero critican que no ha habido acciones contundentes como las debería haber.
Según Andrea, una joven radicada en Tecámac, Estado de México, la Presidenta “ha hablado, no se ha quedado callada y suma mucho para un Presidente defender a los mexicanos, quizá no ha sido la forma correcta, pero está levantando la voz”.
Con respecto a la declaración de cárteles del narcotráfico como grupos terroristas extranjeros de Donald Trump, algunos capitalinos coinciden en que se trata de una “exageración”, sin embargo, Siqueim, una estudiante de Comunicación, piensa que aunque la palabra es muy “fuerte” y “alarmante”, “no está tan alejado de la realidad y de lo que hacen”.
Ante ello, Lizeth, otra comunicóloga, expresa preocupación por las repercusiones que puedan devenir de dicha declaratoria, “porque Estados Unidos es experto en militarizar países que no le corresponden y hemos visto el ejemplo en otros países”.
“El mundo puede darse cuenta que está habiendo una masacre y nadie hace nada. Ojalá que sólo sean declaraciones y que sólo esté llegando a ‘fanfarronear’ como lo ha hecho en muchas ocasiones”, señala.
Entre risas por la “tontería” y el “sinsentido” de Donald Trump de cambiar el nombre del Golfo de México al Golfo de América, habitantes consideran que ese es el menor de los problemas. Que él lo podrá llamar como quiera, “pues un nombre no va a cambiar nada”.
Con desánimo, los mexicanos vacilan sobre aquello que les dirían a los migrantes tras su deportación. Los alientan a echarle ganas y buscar la forma de hacer vida de este lado de la frontera. Una de ellas es Fanny, quien pide optimismo ante la situación para buscar entre la desgracia las oportunidades.
“La vida siempre te lleva a donde tienes que estar. Si la vida te da la oportunidad de volver a tu país hay que abrir los ojos y no sólo quedarse en la deportación sino en qué puedo hacer ahora aquí en México. No hay mal que por bien no venga y no hay caos que no necesitemos para levantarnos de nuevo”, dice mexicana.
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