afirma que los nueve ministros electos que integrarán la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) a partir de septiembre iniciarán funciones “como hermanitos”, pero no descarta que en el futuro se formen bloques ideológicos en el pleno.

Ratificada en el cargo para los próximos 11 años, tras obtener más de 5 millones de votos en la de junio pasado, la ministra considera normal y humano que suceda; no obstante, deja en claro que ella no es de una izquierda radical y “lo digo abiertamente”.

En su oficina en la sede del Alto Tribunal, en el Centro Histórico de la capital del país, Ortiz Ahlf asegura que si la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo le pide votar a favor un asunto de interés para su gobierno, le dirá que no, porque “sencillamente aquí no funciona en base a favores, no es la manera de funcionar”.

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Identificada con la llamada 4T, reitera que los votos y sentencias que ha emitido en los últimos años en la Corte hablan de su independencia y autonomía como juzgadora.

Para la ministra se está a días de que en México concluya una etapa antidemocrática en el Poder Judicial de la Federación, en la que hubo excesos de los jueces, magistrados y ministros que se beneficiaron.

¿Cómo se siente a semanas de integrar una nueva Suprema Corte y un nuevo Poder Judicial en México?

—Estamos tratando los ministros en general, todos, de entregar el mayor número de asuntos concluidos con los engroses, yo creo que va a ser una buena entrega-recepción, una transición correcta, puntual, hacia la nueva Corte. La nueva Corte está empezando a reunirse y el nuevo ministro presidente, Hugo Aguilar Ortiz, ya se reunió con la presidenta Norma Piña Hernández para lograr una buena transición.

¿Cómo termina este Poder Judicial que a partir de septiembre cambiará?

—Hay personas que todavía están en contra de la reforma judicial, a pesar de que ya se dieron las constancias, ya sucedió la elección, ya se va a entrar en la etapa final, pero si marchan 300 personas contra 5 millones de personas que votaron, pues esto demuestra que hay una voluntad, una decisión democrática por cambiar el sistema, un sistema que había dado lo que tenía que dar, ya no era posible. Desde todos los ángulos, el sistema ya no daba más de sí.

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¿Cómo define esta etapa?

—Se acaba una etapa antidemocrática, muy lejana a la ciudadanía y a los justiciables.

¿Qué saldos deja?

—En el caso de los juzgadores no hacemos una calificación en general, cada caso particular, hay muy buenos jueces, magistrados y ministros, que por las circunstancias no podrán continuar en el ejercicio de sus funciones, pero que hicieron un debido ejercicio, una buena labor

Sin embargo, hay otros muchos, también debemos de reconocer que se aprovecharon de las áreas grises, zonas donde no se les exigía responsabilidad, de impunidad, de una situación que era evidente para la ciudadanía y para la comunidad internacional, que no se les podía exigir responsabilidad alguna.

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¿Cómo va a ejercer su autonomía la nueva Corte respecto de los otros poderes?

—Por lo menos de mi persona, pueden ver todas mis resoluciones, sentencias y votos en la página de la Corte y si leen verán que soy autónoma e independiente.

¿Qué va a hacer si la presidenta Claudia Sheinbaum le pide votar a favor un asunto de interés para su gobierno?

—No, porque sencillamente aquí no funciona con base en favores, no es la manera de funcionar. Por eso también pedí la toga, el ponerse la toga no es nada más una cuestión de moda, tiene un símbolo, desde el momento en que se pone uno la toga es independiente y autónomo, y hacemos el compromiso de actuar de esa manera.

Yo si tengo un conflicto de interés porque conozca a la persona, porque sea un familiar mío, con la Ley de Amparo tengo el artículo 51 para excusarme, para declararme impedida.

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¿Habrá debates jurídicos y políticos?

—Los debates aquí en la Corte, desde mi punto de vista, deben ser técnicos-jurídicos, puede haber consideraciones políticas pero los temas políticos aquí no se van a ver. Si tiene argumentos técnicos-jurídicos para resolver en un sentido u otro, los hace valer, por eso estamos en un órgano colegiado.

¿Cuál es su mayor preocupación por la desaparición de la Primera y Segunda Sala de la Corte?

—Es un asunto que tenemos que hablar con el ministro presidente [Hugo Aguilar] para ver cómo atender los asuntos que ya no serán abordados en Sala. Tenía la esperanza de que se reformara la Constitución y se reactivaran pero no, entonces hay que analizar la manera de ver en pleno esos asuntos pero con la misma mecánica que en sala.

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¿Podría colapsar la Corte con tantos asuntos?

—Colapsar, espero que no. La época más litigiosa que ha pasado México como país ya pasó, fue con Andrés Manuel López Obrador, todo se llevaba al Poder Judicial.

¿Avizora lo mismo?

—No, realmente ha bajado, pero todo, y en el sexenio anterior podríamos decir que todo se politizó y todo se llevó acá [en el Poder Judicial], la arena era aquí, todo se resolvía aquí, teníamos asuntos políticos muy importantes, que en el trasfondo era político.

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¿Habrá austeridad en la nueva Suprema Corte?

—Sí, todos [los ministros] están de acuerdo en que debemos ser austeros, no se ha dicho en qué medida y qué grado. Hay que decirlo, en la Suprema Corte a mí ya me rebanaron y los ministros que estamos, el 40% de nuestro sueldo, yo recibo menos que la Presidenta.

¿Descarta la formación de bloques de ministros en el pleno?

—Ahorita vamos a empezar como hermanitos, estamos reunidos y queremos echar a andar bien este inicio de actividad y tener una Corte que cumpla con sus propósitos. Ahora, qué suceda, es normal y humano que se vayan formando, por simpatías, por ideologías, porque hay grupos ideologías, dentro de la ideología o formas de pensar, unos son más extremistas, otros son más de centro izquierda, somos distintos. Yo no soy de una izquierda radical y lo digo abiertamente, no lo soy.

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¿Cuánto tiempo tardará en consolidarse la nueva Corte?

—Yo creo que dos años va a llevar esto, es que será un proceso complicado. Espero cuando sea presidenta, tener un Poder Judicial más fuerte, más sólido ya encaminado, sobre todo encaminado, porque todo arranque es complicado y complejo.

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