En mi artículo anterior, toqué puntos clave que nos permitan contar con elementos ciertos y claros para que con nuestras decisiones político-electorales reconstruyamos lo que el actual Gobierno Federal ha destrozado, y así retomar el rumbo para hacer de México un mejor país.
Recapitulando, señalaré otros ejemplos de mentiras, simulación y agravios.
Se creó Segalmex para elevar la productividad del campo con distribución de fertilizantes y semillas mejoradas, apoyar la comercialización agropecuaria y, a través de Diconsa y Liconsa, dotar de alimentos de calidad a precios bajos a la población más pobre. Sin embargo, sus almacenes están casi vacíos y lo relevante que se ha sabido del organismo es el fraude por 15 mil millones de pesos. En respuesta, el presidente dijo que nomás fueron 9 mil millones.
Se busca fortalecer a la CFE para que dé un servicio barato y eficiente; pero es todo lo contrario, además que no ha ampliado los subsidios. Se pronosticaba que a diario -más en época de calor- CFE no tendría suficiente capacidad de generación y ocurrirían apagones en el país, y así resultó. En respuesta, el presidente quitó el horario de verano y conminó a levantarse temprano para aprovechar la luz solar.
Se dijo que abaratarían combustibles, y a junio de 2023 aumentaron 22 por ciento en promedio (Profeco). El presidente asevera lo contrario y presume que no hay “gasolinazos”.
Se suscribió el T-MEC, pero se ha faltado a sus compromisos, lo que podría vulnerar la seguridad alimentaria del país e imponer sanciones arancelarias a nuestras exportaciones a E.U.A. y Canadá. El presidente, sin respaldo científico o técnico, dice “las controversias las ganaremos en consultas de resolución”. Esto es resultado del no respeto a las políticas comercial y diplomática, pero eso sí, apoya a dictadores de Sudamérica y Cuba.
Pretextando corrupción en su construcción, se canceló la terminación del aeropuerto de Texcoco que competiría con los de E.U.A. y Panamá, a cambio de uno ordinario. No ha sido presentada una sola denuncia legal al respecto.
A pesar de la concentración en el zócalo para celebrar cinco años de la victoria Morenista, somos millones los que padecemos y disentimos de sus lamentables resultados, ataques, indolencias y burlas; como sucedió al referirse a los responsables de retener a funcionarios chiapanecos, ufanándose que los acusaría con sus mamás y abuelas.
Ante a esto, se celebra que el Frente Amplio por México emplee un nuevo método para elegir a su candidato a la Presidencia, considerando debates, encuestas, elecciones primarias, un comité organizador integrado por expertos, y la invitación a observadores nacionales y extranjeros calificados. El método dará certeza para que el triunfador sea el mejor aspirante.
Mientras tanto, el presidente, Morena y sus precandidatos (estos últimos que dicen querer a México y lo abandonaron renunciando a sus cargos en los momentos en que todo está mal), debieran estar preocupados ante los firmes avances que el Frente Amplio por México y la ciudadanía estamos concretando.
A México le urge un cambio que restaure su tejido social y su economía. Que nos brinde certeza y tranquilidad rumbo al futuro.