Mayra Galindo Leal es una mujer que trabaja para transformar el panorama de la salud en nuestro país.
La directora general de la Asociación Mexicana de Lucha contra el Cáncer (AMLCC) y presidenta de Juntos contra el Cáncer ha dedicado más de dos décadas a los derechos y el bienestar de pacientes con esta enfermedad.
Su historia muestra cómo un liderazgo femenino puede cambiar vidas.
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Desde joven estuvo profundamente vinculada con la ayuda social: “Siempre he tratado de ayudar a la gente que me rodea”.
De niña formaba grupos para visitar huérfanos, ayudar a los ancianos y dar clases de catecismo. Ya adulta, siguiendo los pasos de su madre, Mayra se involucró en el voluntariado del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER). Ahí conoció la fuerte realidad de los pacientes y comenzó a ayudar a enfermos de tuberculosis, proporcionando desde ropa hasta apoyo emocional.
Gracias a esta experiencia tuvo una perspectiva más amplia de las grandes necesidades que enfrentan los pacientes en México.
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“Conocí toda la situación, vi cómo los pacientes llegaban y les quemaban todo lo que llevaban puesto. Nos dedicamos a ayudarlos en lo que pudiéramos: toallas, chanclas, papel higiénico, todo lo que necesitaban”, explica.
Después de 17 años como voluntaria aceptó una oferta para trabajar en la Asociación Mexicana de Lucha contra el Cáncer, una organización que llevaba 25 años activa.
“Soy una mujer que saltó del nido antes de que el nido quedara vacío”, se describe.
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Ya en la asociación, Mayra se enfocó en tres pilares: educación, detección temprana y acompañamiento integral al paciente.
“Lo que vimos en la asociación fue que la educación es crucial, no sólo para los pacientes, sino para la población en general. La detección oportuna es clave porque el cáncer no da síntomas, no hay dolores y, cuando ya te das cuenta, ya está avanzado”, comenta.
Bajo su liderazgo se han implementado programas de sensibilización y prevención, además de generar acciones concretas para ayudar a los que no tienen acceso a tratamientos de calidad.
A través de sus programas se ha trabajado por mejorar la calidad de vida de los pacientes. Un ejemplo es la creación de la Red Juntos contra el Cáncer, un sistema nacional de organizaciones que trabajan conjuntamente sobre temas urgentes.
“En las organizaciones que tenemos, 95% somos mujeres. Las mujeres están tomando un papel mucho más activo en este tipo de organizaciones, saliendo adelante para evitar que otros sufran lo mismo que ellas o sus familias”, comenta al reflexionar sobre el papel primordial de las mujeres en el sector Salud, especialmente en áreas como la lucha contra el cáncer.
“La vida integral es muy importante. Reducir los factores de riesgo es clave. Hay que comer bien, ejercitarse, evitar el cigarro y el alcohol, y reducir los tóxicos en todos los aspectos de nuestra vida. Vivir sin excesos y ser conscientes de todo lo que nos rodea”, aconseja.
Mirando hacia el futuro, Mayra se dice optimista, pero es consciente de los enormes desafíos que hay enfrente para su labor. “La asociación tiene 52 años y, aunque nos renovamos constantemente para adaptarnos a los cambios, en estos momentos las asociaciones civiles, como la nuestra, son más necesarias que nunca”, asegura.
La falta de recursos y las carencias del sistema de salud en el país siguen siendo problemas graves. “No podemos dejar a la gente sin apoyo, tenemos que estar dando la batalla energetizadas y tratando de ayudar a la mayor gente posible”, concluye.