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Durante el sexenio del expresidente Andrés Manuel López Obrador, 3 millones 343 mil 825 mexicanos fueron detenidos en la frontera norte al querer cruzar ilegalmente hacia Estados Unidos, lo que representa 196.06% más, con respecto al sexenio del expresidente Enrique Peña Nieto, cuando fueron capturados 1 millón 129 mil 434, de acuerdo con datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés).
En una entrevista que el Ejecutivo federal le concedió al periodista John Micklethwait al inicio de su gestión, aseguró que durante su mandato, los mexicanos ya no tendrían que migrar hacia Estados Unidos,
“La gente no emigra por gusto, lo hace por necesidad. Yo tengo un sueño que quiero convertir en realidad. Va a llegar un día durante mi gobierno que no van a ir mexicanos a trabajar a Estados Unidos, porque el mexicano va a tener trabajo y va a ser feliz en donde nació”, afirmó el exmandatario.
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Sin embargo, este sueño no se cumplió. Pues la CBP revela que con 808 mil 339, 2022 fue el año con el mayor número de arrestos de connacionales, mientras que en la administración pasada, la cifra más alta se alcanzó en 2013, las aprehensiones alcanzaron las 267 mil 734.
Tan sólo en lo que va del año fiscal estadounidense 2024, las detenciones por parte de elementos policiacos del vecino país, suman 617 mil 70. Las cifras del CBP muestran que en lo que va de este año, 270 mil 78 familias intentaron cruzar hacia la Unión Americana, en tanto que en 2019, cuando arrancó el gobierno obradorista, se contabilizaron 6 mil 4, lo que representa un incremento de 4,398%.
Al inicio del sexenio lópezobradorista, los arrestos de personas que trataron de ingresar solos al vecino país, sumaron 149 mil 967, pero en lo que va del año fiscal estadounidense de este año que comienza el 1 de octubre y finaliza el 30 de septiembre, alcanzaron las 315 mil 827.
Dice el extitular del Instituto Nacional de Migración (INM), Tonatiuh Guillén, que “los datos del CBP lo que están retratando son dinámicas de desplazamiento interno muy graves en los estados del país. Lo que se requiere en este momento, es recuperar el Estado de derecho en las regiones con gran violencia e inseguridad y recuperar a las instituciones del control de las organizaciones criminales”, precisa.
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Y detalla: “Este desplazamiento interno es una especie de sismógrafo, mide la gravedad de una crisis social en las regiones, especialmente de estados como Guerrero, Veracruz, Zacatecas, Guanajuato y Michoacán, donde las personas son obligadas a salir no porque no tuvieran un ingreso, no porque no tuvieran una economía, no porque no tuvieran una familia, no porque no tuvieran una comunidad, sino por factores especialmente de violencia.
“En muchas regiones de Chiapas, de Guerrero y de Michoacán, quienes dominan son estas organizaciones criminales. La estrategia de ‘abrazos, no balazos’ es una irresponsabilidad. Lo que ha generado es que las organizaciones criminales ganen espacio, ganen poder y control de territorios. Y entre las consecuencias más graves es lo que estamos viendo de desplazamientos de hasta comunidades enteras”.
Para el exfuncionario federal, el desplazamiento interno que busca cruzar a Estados Unidos, “no se resuelve sembrando arbolitos, ni se resuelve con becas. Este es un problema que tiene que ver con la recuperación de territorios y, por supuesto, el Estado de derecho”.
Sostiene que “en este gobierno se echó a perder una curva de estabilidad muy grande que traíamos desde 2008. Pero se echó a perder por los efectos económicos provocados por el desempleo, el cierre de empresas y la pérdida de los ingresos familiares. Es un problema económico muy grande el que estamos viviendo. Por esa causa, otra vez las personas están intentando buscar alternativas en Estados Unidos”.
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Menciona que “como muchas otras cosas en el país, teníamos una economía no muy buena, pero funcionaba y ahora tienes una muy deteriorada. Tenías un sistema de salud, que no era muy bueno, pero que ahora está destrozado y así le podemos seguir con el sistema educativo, que ahora está de la fregada y así le puedes seguir sumando. La migración mexicana está retratando el tamaño de nuestro problema económico y social”.
Desde la perspectiva de Guillén López, “la migración mexicana seguirá. Como están las cosas, eso no tiene freno ahorita. Así que vamos a seguir viendo números muy importantes del flujo de mexicanos hacia Estados Unidos”, comenta.
Cristina Hernández Engrandes, académica del Programa Universitario de Estudios del Desarrollo (PUED), de la Universidad Nacional Autónoma de México, resalta a la violencia que se registra en la mayor parte del territorio nacional, como uno de los principales factores por los que cada vez más mexicanos intentan cruzar la frontera norte.
“Hoy por hoy, la mayor parte del territorio mexicano está tomado por grupos de crimen organizado. Ya vemos territorios que hasta hace un par de años, no existía esta lógica de disputa tan fuerte como lo hay en Chiapas. No hubo un reconocimiento en este gobierno o una previsión de que uno de los efectos colaterales, por decirlo de alguna manera, de la expansión del crimen organizado iba a ser precisamente el desplazamiento de poblaciones enteras como lo estamos viendo en el sur del país”, agrega.
La académica de la UNAM resalta que en no pocas ocasiones López Obrador se vanagloriaba de que las remesas habían repuntado en su sexenio, pero dice que ese señalamiento no es una buena noticia.
“Eso lo que nos revela es que sigue habiendo una proporción importante de la población económicamente activa que aquí no se emplea y lo hace en Estados Unidos y enviar remesas, eso del crecimiento de remesas, insisto, no es una buena noticia en ninguna parte”, expresa.
Precisa que la población mexicana que está siendo desplazada por la violencia, es una de las más desprotegidas y más invisibilizadas en la actualidad.
“Son connacionales que lo que quieren es tranquilidad y protección en Estados Unidos. Si logran cruzar al vecino país no tienen acceso a ninguna ayuda, por ejemplo, de organismos como la ACNUR, que salvaguarda los derechos y bienestar de las personas forzadas a huir, que protege a migrantes de otro país, pero no a una persona mexicana. Entonces, sí, sin duda enfrentan una vulnerabilidad incluso más alta”, resalta.