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Mucho antes que el desaparecido Cisen, la Dirección Federal de Seguridad (DFS) trabajaba como una bola mágica capaz de predecir el futuro gracias al espionaje masivo que lanzaba sobre sus objetivos. Así nos enteramos de que ya en 1978, 10 años antes de llegar a Los Pinos, Carlos Salinas de Gortari fue colocado en la mira de la inteligencia mexicana, que le veía “aspiraciones mayores” que una simple subdirección general en Hacienda. ¿Pero cuáles fueron los grandes acontecimientos que la DFS no pudo pronosticar? Aquí los revela El Foco, que tuvo acceso a otros datos, perdón, archivos desclasificados...
El Chupacabras. Esta bestia, que algunos consideran mitológica, arrasó el campo mexicano durante el sexenio de Salinas. Algunos afirman que de vez en cuando reaparece en corrales del norte del país.
El Tratado de Libre Comercio. En el reinado del Jolopo, el Estado benefactor todavía rifaba en México y era propietario de casi todo, así que nadie pronosticó que un día se abrirían las puertas de par en par a los primos... y que años después nos la aplicarían con la amenaza de aranceles.
Los zapatistas. A diferencia de la DFS, El Sub sí fue visionario desde algún lugar de Los Altos de Chiapas. Lo que no supo es que más tarde se opondría a la alternancia y caería en la intrascendencia.
El asesinato de Colosio. Las transiciones en el poder eran de terciopelo hasta que chocamos con el burel de la violencia en Lomas Taurinas. Seguimos esperando explicaciones.
La reforma de las relaciones Estado-Iglesia. El nuncio Girolamo Prigione bailaba de felicidad. ¡No era para menos, si se acabó la separación por la que tanto luchó Juárez! Hoy hasta se preparan para regalarles estaciones de radio y de televisión.
