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La ley y la justicia deben vincularse, puesto que si una prevalece sobre la otra se generaría arbitrariedad y no habría Estado de derecho, señalaron los abogados Diego Valadés Ríos, Emilio Rabasa Gamboa y Alejandro Carrillo Castro.
Los juristas y la expresidenta del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) María del Carmen Alanís analizaron ayer en un panel virtual organizado por la Fundación Miguel Alemán el capítulo “Antígona”, de Emilio Rabasa Gamboa, publicado en el libro La toga y la pluma, que recopila ensayos jurídicos de distintos autores basados en obras clásicas de la literatura universal.
Los expertos del Derecho destacaron la claridad con que Rabasa Gamboa plasmó el problema jurídico que se plantea en Antígona, la tragedia griega escrita por Sófocles hace 25 siglos, que es la relación entre justicia y orden positivo.
Trasladado a lo que señaló el presidente Andrés Manuel López Obrador, de que la “justicia está por encima de todo” y que “si hay que optar entre la ley y la justicia, decidan a favor de la justicia”, el investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, Diego Valadés Ríos, advirtió que sujetarse sólo a la justicia haría prevalecer la voluntad del más fuerte.
“Si no tuviéramos ley y nada más nos sujetáramos a la justicia, entonces los órganos del poder serían absolutamente libres para hacer cuanto les gustara y lo que prevalecería sería la tesis dominante del más fuerte. Este concepto del poder, como el que dicta la justicia, es el que sustituiría a la ley como el referente para tener un punto de certidumbre y la creación del Estado de derecho”, consideró.
El exministro de la SCJN comentó: “Si no se hace la vinculación entre justicia y ley, la justicia se vuelve impredecible y la única certidumbre es la incerteza, porque la justicia depende de la interpretación que cada persona dé a su contenido”.
Rabasa Gamboa señaló que cuando se dice que debe prevalecer la justicia sobre la ley, la pregunta que debe hacerse es qué concepto de justicia se tiene, por lo que recalcó: “Para mí es claro que el concepto de justicia es subjetivo”.
Sobre si hay una manera de procurar el equilibrio entre la ley y la justicia, Carrillo Castro refirió que sí se puede a condición de evitar una contradicción extrema entre los que es el orden positivo y lo que debe entenderse como valioso o justo.