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El chipichipi de la lluvia rebota en la plancha del Zócalo capitalino que amaneció rodeada por vallas.
Con corbata negra, el presidente Andrés Manuel López Obrador encabezó ayer la ceremonia solemne de izamiento de Bandera a media asta en la memoria de las víctimas mortales de los sismos del 19 de septiembre de 1985 y 2017.
El acto recuerda que la tierra tiene memoria, pues por coincidencia los 19 de septiembre de 1985, de 2017 y ahora de 2022 recuerdan que vivimos en una zona de actividad sísmica.
Acompañado por los secretarios de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval; Marina, José Rafael Ojeda; Seguridad Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, y de Gobernación, Adán Augusto López, así como la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, el presidente López Obrador salió a las 7:16 horas de la puerta central de Palacio Nacional.
También estaban el comandante de la Guardia Nacional, Luis Rodríguez; Laura Velázquez Alzúa, coordinadora nacional de Protección Civil, y Fernando Suinaga Cárdenas, presidente nacional de Cruz Roja Mexicana.
“Atención, ¡firmes!”, instruyó un mando castrense al personal militar que formaba parte de la guardia de honor del también comandante supremo de las Fuerzas Armadas. Serio, con pasos largos, el Presidente atravesó la Plaza de la Constitución con su comitiva, en medio de una llovizna. A las 7:19 horas, ataviado con un abrigo negro, accionó el mecanismo para izar la Bandera monumental a media asta.
Entre la bruma del amanecer, la banda de música y el coro de la Secretaría de la Defensa Nacional interpretaron Canto a la Bandera. Mientras el Lábaro Patrio se abría paso con los destellos del amanecer, el presidente López Obrador volteaba la vista hacia lo alto haciendo un saludo con la mano derecha a la altura del pecho. Las Fuerzas Armadas hicieron un saludo marcial.
Para honrar la memoria de las personas que fallecieron en los sismos de 1985 y 2017, la banda de guerra ejecutó el toque de silencio el momento más solemne de la ceremonia. El silencio se rompió al sonar trompetas y tambores marciales en señal de duelo.
Al Zócalo asistieron elementos de cuerpos de rescate civil como ERUM, Cruz Roja, Bomberos y Protección Civil, entre otros.
A su regreso a Palacio Nacional, en la conferencia mañanera, el Jefe del Ejecutivo federal envió un abrazo y su pésame a los familiares de quienes perdieron la vida en esos trágicos sismos y aseguró que es fundamental el trabajo de prevención ante estos fenómenos naturales.
“Participamos en la ceremonia solemne para recordar a todos los que perdieron la vida, familiares, amigos, y recordar el heroísmo de muchos ciudadanos que en los hechos expresaron su solidaridad al salvar vidas”, dijo.
A las 12:19 horas participó en el macrosimulacro por el 19-S. El Mandatario bajó de sus oficinas al patio central y se colocó en la fuente del Pegaso.
Pero la alerta volvió a sonar sorprendiendo al Presidente mientras se escuchaban las voces del personal que repetían que no era un simulacro. Junto a su secretaria Laura González Nieto, el presidente López Obrador dio su primer reporte del sismo, habló con el gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez, y con la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum.
El secretario de Marina fue quien dio la mala noticia —por el teléfono rojo— sobre el fallecimiento de una persona en Manzanillo, Colima.
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