Durante la jornada del Día Internacional de la Mujer, México vivió su primera marcha del 8M bajo el mando de una mujer Presidenta.
Esta movilización del 8M es la primera de la presidenta Claudia Sheinbuam. Se pudo notar visiblemente una reducción de presencia del agrupamiento de mujeres policías de la Secretaria de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, a diferencia de años anteriores.
Los colectivas de mujeres que partieron de diferentes puntos como el Ángel de la Independencia, la Glorieta de las Mujeres que Luchan y Monumento a la Revolución fueron resguardadas por personal de tránsito y miembros de la círculos de conciliación y Convivencia.
Mujeres, madres, hijas y hermanas de todas las edades se reunieron para exigir una vida libre de violencia.
Entre porras de “con falda o pantalón respétame cabrón” a las consignas se añadieron “Claudia eres opresora” y “No llegamos todas, faltan mis hermanas”.
Algunas manifestantes expresaron su desaprobación a la administración en turno y destacaron la negativa al desafuero de Cuauhtémoc Blanco a quien señalaron como violador.
El enojo y la rabia se hizo presente, sin embargo también las lágrimas, las risas y los bailes. Mujeres acompañadas de batucadas y bocinas amenizaron el camino rumbo al Zócalo capitalino.
En las esquinas también se pudo ver mayor presencia de hombres, como fue el caso de Alan Suárez, quién acompañado de su familia aseguro que se sintió seguro dentro de la marcha y señaló que su papel como hombre es educar a su hijo para respetar a las mujeres.
“No he visto más que amor, el sentimiento te invade (...) y está es la forma en la que pueden expresarlo”, dijo.
Colectivas de madres víctimas de feminicidio, de violencia vicaria, maternidades feministas e incluso algunos nombrados como “feministas de la 4T” llenaron las avenidas de Insurgentes, Juárez y la calle 5 de Mayo.
Quienes iban solas portaban fotografías de sus agresores como fue el caso de Rosalinda Portilla, quién acompañada de su familia se planto con la fotografía del asesino de su hija y se limito a decir que su condena “no fue suficiente”.
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Durante la calle cinco de Mayo se presentaron algunos incidentes como derrumbe de algunas vallas por el bloque negro.
Alrededor de las cinco de la tarde mujeres continuaban arribando al Zócalo donde se presenciaron algunos enfrentamientos con el Bloque Negro y personal de seguridad que se encontraba resguardado la catedral y Palacio Nacional.
La sustancia que se usó para replegar a las manifestantes que trataban de derrumbar las bardas causó ataques de tos y picazón en ojos y garganta. Las mujeres tuvieron que ser socorridas por miembros de la Brigada Marabunta.
Alrededor de las 8 de la noche aún permanecían algunas mujeres en la plancha, al tiempo que el gobierno de la Ciudad de México anunciaba un saldo blanco y una asistencia de 200 mil mujeres.
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