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La expresidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Mireille Roccatti, advierte que el gobierno tiene que revisar la actuación del personal del Instituto Nacional de Migración (INM), la Guardia Nacional (GN), las policías y otras instituciones del Estado responsables del maltrato que sufren los migrantes que buscan llegar a Estados Unidos.
En entrevista con EL UNIVERSAL, dice que hay muchos aspectos que mejorar de las políticas y programas que aplica el gobierno de la República para atender el fenómeno de las grandes oleadas de migrantes que entran y transitan por México rumbo a la frontera norte.
“Hay que focalizar mucho la actuación de Migración, de los [agentes] aduanales, los oficiales migratorios y la manera en que están brindando un maltrato en cierta forma a los viajeros, los están tratando como delincuentes”, denuncia.
La extitular de la CNDH asegura que son muchos aspectos y elementos los que hay que reforzar, como por ejemplo, los agentes de la frontera, sobre todo en la contención, para que se lleve a cabo de otra manera y buscar disuadir a las personas que intentan ingresar a nuestro territorio de manera ilegal para poder llegar a Estados Unidos.
“México tiene compromisos serios con Estados Unidos y no puede permitir tampoco que llegue una oleada tan importante de personas que quieran cruzar la frontera con Estados Unidos”, subraya.
En ese sentido, señala que esta situación no sólo es un problema para México, sino para los países expulsores y para la nación a la que los migrantes quieren llegar, “porque finalmente vienen a México, pero no para quedarse. Su objetivo es cruzar México para llegar a Estados Unidos. Entonces es un problema de un contexto conjunto de varios países en los que hay que revisar y buscar las soluciones en los países de origen”.
Pero México no puede convertirse en el guardián de Estados Unidos...
—Tampoco. Entonces por eso hay que buscar otras soluciones y tener un mayor respeto por las personas.
¿Cómo ve la actuación de la CNDH bajo la presidencia de Rosario Piedra Ibarra?
—Mire, por principio, por prudencia, normalmente evito hablar de alguna función en la cual yo estuve al cargo. Lo que sí le puedo decir es que la CNDH ha tenido una participación pasiva, no se le ve tan activa como en otros tiempos y no se ha pronunciado cuando hay hechos relevantes en los cuales debería pronunciarse.
¿El hecho de que su elección en el Senado haya sido polémica, y la actuación sea pasiva como denuncia, no debilitan a la institución?
—Todos esos elementos la han debilitado mucho, desde luego pierde credibilidad y autoridad moral.
¿Qué hay que hacer con la CNDH para fortalecerla?
—Que retome sus objetivos iniciales desde que se creó, como operó desde los inicios, y que siga operando bajo esos principios.
Se han criticado los excesos presupuestales de las pasadas administraciones en la CNDH. ¿Hubo tales excesos en su tiempo como titular del organismo?
—Nosotros no ejercimos ni la centésima parte de lo que se está ejerciendo actualmente, teníamos un presupuesto limitado y pudimos operar con poquito presupuesto y personal.