Cancún, QR.— Un vagón del Tren Maya se descarriló a la altura de la estación de Tixkokob, en Yucatán, cuando se dirigía hacia la estación Cancún-Aeropuerto, en Quintana Roo, dentro del Tramo 4 del megaproyecto, cuya construcción aún no concluye.

El accidente no dejó usuarios lesionados, pero generó reacciones diversas, entre ellas, la del escritor maya e integrante de la Asamblea Múuch Xíinbal, Pedro Uc, radicado en el estado de Yucatán.

“En su afán por sacar adelante su proyecto de muerte, este personaje [el presidente Andrés Manuel López Obrador] sacrificará a sus fieles en su altar neoliberal [el Tren Maya].

“El tiempo nos está dando la razón a los mayas que hemos venido diciendo que esos vagones sólo traerían la muerte al territorio. La muerte primero de los árboles, que han sido millones, de los animales, del agua, de nuestra identidad y, si no se detiene esto, costará vidas humanas y terminará en tragedia”, expresó el escritor en entrevista con EL UNIVERSAL.

En redes, la activista, Cristina Nolasco, que ha documentado con otros ciudadanos los impactos de las obras del Tren Maya en Quintana Roo, publicó sobre el descarrilamiento: “Y eso que todavía no inauguran el tramo elevado sobre 122 cuevas y cenotes que no tuvo estudios previos”, en referencia al Tramo 5 del proyecto.

Los hechos ocurrieron la mañana de ayer cuando el tren salía con rumbo a la parada de Izamal como parte de un recorrido que incluye las estaciones Chichén Itzá, Valladolid, Nuevo Xcan y Leona Vicario, hasta llegar a Cancún.

Rafael Quintanar, exregidor y exdiputado local, relató a este diario que parientes suyos iban en ese tren, luego de un viaje a Mérida, Yucatán, el viernes pasado.

Al regresar, este lunes, abordaron el ferrocarril de vuelta a Cancún, partiendo de la estación Teya. El tren hizo una parada en Tixkokob, en donde uno de los vagones se descarriló, provocando pánico entre los pasajeros, incluida su familia, compuesta por tres adultos y un menor de edad.

“Lo que me expresaron es que se pudo controlar el vagón, en parte porque el tren acababa de salir y todavía no aumentaba su velocidad”, dijo. Subrayó que luego de lo ocurrido nadie ofreció una explicación a los usuarios, excepto que se les dio como opción la devolución de su dinero o esperar al siguiente tren, y durante esa tiempo se les proporcionaron bocadillos.

La prensa local consignó que la estación en Tixkokob fue blindada por la Guardia Nacional, que impidió el acceso de los medios para documentar la situación. El tren salió del sitio aproximadamente a las 17 horas con dirección a Cancún.

Al respecto, Quintanar González, militante del Partido de la Revolución Democrática (PRD) durante años y uno de los fundadores de Morena, subrayó que debe darse una explicación detallada, ya que lo sucedido “es una llamada de atención, que no debe ser ignorada, toda vez que no es la primera vez que se registran fallas o se interrumpe el servicio del tren”.

El político resaltó que si el recientemente inaugurado tren ha sufrido un descarrilamiento en un tramo considerado como regular, se vuelve preocupante lo que puede ocurrir en el Tramo 5, que va de Cancún a Tulum, al pasar sobre sistemas cavernosos, cenotes y ríos subterráneos con un suelo inestable.

“Creo que es momento de hacer un alto para realizar los estudios que no se hicieron cuando se debieron hacer, para determinar lo conducente. Es de sabios rectificar antes de que sea tarde y creo que todo mundo lo entendería”, señaló.

Añadió que la titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Luisa Albores, debe rendir un informe sobre el cumplimiento de las condicionantes impuestas al megaproyecto, lo que incluye la generación de una amplia variedad de estudios y medidas de mitigación.

El accidente ocurrió en el Tramo 4, inaugurado en diciembre de 2023 por el presidente López Obrador, sin que las obras estén concluidas y en medio de cuestionamientos posteriores por la baja calidad del balastro y materiales utilizados.

Pedro Uc manifestó que no sorprende lo que pasó, al ser “un trabajo hecho a la carrera y mal a todas luces”. El problema, remarcó, es que en este punto se puede pasar “del riesgo a la tragedia”, si no se frena el proyecto que sigue en obras.

“Poner a la gente en peligro es una irresponsabilidad. Nos vendieron el tren como un producto bonito que traería el desarrollo, pretendiendo justificar con ello matar árboles, reducir el territorio de los animales, tapar cenotes, perforar cuevas, clavar pilotes, sembrar la inseguridad en las comunidades, para que ni habiendo terminado las obras, ya esté poniendo en peligro la vida de las personas.

“Es un fracaso este proyecto de muerte. No hubo lesionados, pero, ¿qué esperan para parar? ¿Que haya muertos? Si hubiera un poquito de sentido común, tendría que frenar esto”, sentenció.

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