Los desencuentros que ha tenido el presidente Andrés Manuel López Obrador con mandatarios de diferentes países, el último con el presidente electo de Argentina, Javier Milei, han sido confrontaciones innecesarias y vacuas para generar empatía con gobiernos populistas en Latinoamérica, más que para defender una causa, señalaron internacionalistas y analistas políticos consultados por EL UNIVERSAL.
Dichos conflictos con los presidentes de Perú, Ucrania, Panamá o Bolivia, o los representantes de España o Israel, traen reacciones negativas para el país, que durante años fue respetado por su política exterior, porque deja al titular del Ejecutivo como un personaje sin injerencia en el panorama internacional por falta de credibilidad, lo que podría afectar las relaciones comerciales a largo plazo con socios importantes, como Argentina.
Sin embargo, apuntaron que los líderes de corte populista, ya sean de izquierda o de derecha, representan un retroceso para la democracia, porque buscan imponer una agenda, basados en la egocracia, y generan relaciones de desconfianza a nivel internacional.
Leer también: Tras haber dicho que Milei es un “facho” ¿cómo será la relación con AMLO?
En ese sentido, el Latinobarómetro 2023, estudio de opinión pública, mostró que México tuvo una recesión en su democracia, ya que la disminución de apoyo a ésta bajó 8%, al pasar de 43% a 35%, entre 2020 y 2023, sólo superado por Venezuela (-12%) y Costa Rica (-11%).
“Lo que él [el presidente López Obrador] diga o deja de decir, con tantas oscilaciones como ha tenido, ha dejado de ser creíble. Traemos a un presidente que combina el principismo con el personalismo, lo cual ha hecho tremendamente confusa su política exterior, porque es más o menos como decir que eres centralista y federalista al mismo tiempo”, refirió Leonardo Curzio, analista político, en entrevista con este rotativo.
Pero, a pesar de que el titular del Ejecutivo no tiene incidencia en el ámbito internacional, es una especie de paradoja, porque es un líder creíble para los gobiernos estadounidenses, comentó.
“Con los dos presidentes ha demostrado ser un individuo confiable, en lo que a Estados Unidos le parece más importante, que son dos cosas: uno, no conciliar hacia China y, lo otro, ser un factor de contención de la migración y de los flujos de droga. Cumpliendo esos dos puntos, Estados Unidos le perdona sus coqueteos con Cuba, con Venezuela”, expuso.
En cuanto a las inversiones argentinas en México, dijo que éstas tal vez no sean afectadas en el corto plazo, porque están vinculadas al llamado nearshoring, y no a la relación política de los presidentes López Obrador y Alberto Fernández.
Por su parte, Arlene Ramírez Uresti, doctora en Relaciones Internacionales, afirmó que los exabruptos del presidente López Obrador responden a una agenda política que busca generar empatía con gobiernos de izquierda y populistas en América latina, y no representan, necesariamente, un interés para los mexicanos.
“Lo que ha ocurrido en estos últimos años ha sido una serie de confrontaciones innecesarias. La demagogia y el populismo que hemos visto, que son característicos del gobierno del presidente López Obrador, sobre todo su alineación al eje populista latinoamericano, tiene como característica eso, el desafiar, pero más por la retórica que por una causa”, precisó.
Aseguró que el triunfo de Milei en Argentina “puede ser un detonante para que en otros países, incluyendo México, el oficialismo no vea un triunfo aplastante, como el que aparentemente está ya anticipando” Morena rumbo a 2024.
Añadió que la felicitación del gobierno mexicano al pueblo argentino a través de la Cancillería, y no a Javier Milei, representa un nuevo desaire diplomático que causará un “enfriamiento importante de las relaciones diplomáticas”; no el rompimiento, pero sí es una declaración abierta de que no hay respeto.
No obstante, el presidente electo Milei, al igual que el presidente López Obrador, es un personaje político de corte populista que se basa en la confrontación y en la denostación, afirmó Christian Carrillo Barrientos, analista político, en entrevista con este diario.
“Personajes políticos como Javier Milei y Andrés Manuel López Obrador no construyen agendas con la pluralidad política, sino que imponen agendas, y esto es un gran retroceso para la democracia, porque la convierte en egocracia”, aseguró.
Y en el caso de México, las confrontaciones del presidente López Obrador con otros mandatarios han generado distanciamiento con países que tienen democracias sólidas, relaciones de desconfianza y de poca cooperación a nivel internacional, añadió.
“Si Javier Milei mantiene su esencia política que lo llevó a ganar la Presidencia de Argentina puede que los argentinos no mejoren su situación social, política y económica, y se unirá a los políticos populistas en el continente americano que tanto daño le han hecho a la democracia y a las instituciones, como se ha visto, en estos rubros, el deterioro que ha tenido México en los últimos cinco años”, afirmó.
Leer también: Con diferencias políticas y el tema del fentanilo sobre la mesa, así va la visita de AMLO en la APEC en San Francisco