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Las olas de calor extremo que provocaron sequías, incendios forestales y empobrecimiento del hábitat del mono saraguato provocaron que, entre mayo y junio de este año, el 31% del total de la población de esta especie perdiera la vida.
Así lo indica un estudio reciente de la revista internacional American Journal of Primatology en el que especifica que, pese a su resiliencia a adaptarse a nuevas condiciones en su hábitat, la especie alouatta palliata mexicana perdió a más de la mitad de sus ejemplares por golpe de calor, el cual fue su principal causa de muerte y entre incendios forestales.
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AJP explicó que, aunque las comunidades, organizaciones no gubernamentales, científicos y algunos funcionarios de gobierno participaron en rescates y acciones urgentes de ayuda como hidratar a los monos, coordinar actividades para reubicarlos, administrar donaciones, monitorearlos y con apoyo legal para su manejo, estos esfuerzos no fueron suficientes pues la hidratación ilimitada y la diversidad dietética reducida en los hábitats perturbados provocaron los decesos masivos.
Según la ONG Conservación de la Biodiversidad del Usumacinta A.C. (COBIUS A.C.), la mayoría de los fallecimientos de monos saraguatos ocurrieron en Tabasco, en los municipios de Comalcalco, Cunduacán, Jalpa de Méndez, Paraíso y Cárdenas. Indicaron que, de una población estimada en 961 ejemplares, solo sobrevivieron 635.
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Frente a este panorama, la AJP manifestó que es de urgencia desarrollar planes de acción para atender y prevenir futuras crisis. Remarcan el establecimiento de infraestructura para atender primates, desarrollar protocolos y garantizar una rápida respuesta a crisis; fomentar la colaboración entre el gobierno, comunidad científica y ONG para gestionar de forma eficaz el problema y desarrollar investigaciones específicas sobre los impactos del cambio climático, modelos predictivos y monitoreo de la salud de la especie a largo plazo.
kicp/apr