A raíz del poderío que ha alcanzado la delincuencia organizada en distintas regiones del país, las secretarías de la Defensa Nacional y de Marina adquirieron drones o aviones no tripulados; entre compra y mantenimiento, el Estado mexicano ha erogado 374 millones 15 mil 808 pesos, cuenta con 20 drones y han realizado 244 misiones.
Entre 2022 y 2023 el pago por mantenimiento de aviones no tripulados realizado por la Defensa Nacional fue de 10 millones 823 mil 600 dólares, que al tipo de cambio a moneda nacional arroja 216 millones 472 mil pesos.
De acuerdo con la respuesta a una solicitud de información hecha por EL UNIVERSAL, la Sedena adquirió aviones no tripulados en 2023, con un pago de 93 millones 391 mil 600 pesos.
En el documento la dependencia se limita a señalar que cuenta con el sistema de aeronaves a distancia Hermes 900, En relación a la cantidad de tipo y modelo que opera la Fuerza Aérea Mexicana (FAM), la información se encuentra clasificada con carácter de reservado.
“Esto de conformidad con el artículo 100 fracción 1 de la ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública, en virtud que se podría vulnerar las operaciones militares que se realizan con las aeronaves a distancia, en el cumplimiento de las misiones militares para la vigilancia del espacio aéreo nacional”, precisó la Sedena.
Autoridades federales refieren que algunos de los drones son de la empresa mexicana Hydra Technologies y están adscritos al Escuadrón Aéreo 601 de Vehículos Aéreos No Tripulados de la FAM en la Estación Aérea Militar 9, municipio de Atlangatepec en Tlaxcala.
En el caso de la Secretaría de Marina el presupuesto invertido en la compra y mantenimiento de los drones o aviones no tripulados, también conocidos como RPAs de 2016 a la fecha es de 3 millones 207 mil 610.40 dólares, que al tipo de cambio en moneda nacional son 64 millones 152 mil 208 pesos.
Los drones modelos T-20, Jump-20 y SPARTAAM cuentan con tres sistemas aéreos no tripulados y se han utilizado en mil 42 ocasiones a partir de 2016 en Baja California, Sonora y Tabasco.
El 28 de julio de 2016 se puso asimismo en marcha el sistema aéreo no tripulado de vigilancia Arcturus T-20, para contribuir a la recuperación de la vaquita marina en riesgo de extinción y efectuar actividades contra la pesca furtiva del pez totoaba en Puerto Peñasco, Sonora y en San Felipe, Baja California.
El sistema Arcturus T-20 está compuesto por tres aeronaves con cámaras de alta resolución, un vehículo como estación de control terreno móvil, uno logístico, antena de control y satelital y un lanzador neumático para aeronaves, además de un vehículo para acondicionar el terreno de operación.
Especialistas en seguridad y en monitoreo aéreo consideran que los drones utilizados por las Fuerzas Armadas de México cumplen funciones de vigilancia.
Javier Ortiz Sullivan, consultor en proyectos tecnológicos de seguridad pública, explica que el Hermes 900 es fabricado en Israel.
Las funciones de esta aeronave consisten en vigilancia y supervisión, con una autonomía de vuelo de 30 horas, así como de misiones de protección civil y estratégicas, por ejemplo, en la protección de los ductos de Pemex e instalaciones de la CFE. “Este dron a diferencia de uno comercial o recreativo, que dura 45 minutos, lo pueden tener un día sacando fotos, haciendo vigilancia y tareas para recopilación de información”, asevera.
El extitular del programa con fuerzas de seguridad de la Cruz Roja Internacional precisó que en los casos de los drones S4 Ehécatl o el S-45 Baalam de Hydra Technologies, son utilizados en vigilancia y reconocimiento. Este tipo de aparatos también son llamados vehículos aéreos no tripulados, UAV (por sus siglas en inglés), o sistemas aéreos no tripulados, UAS.
“Las misiones tradicionales de las aeronaves no tripuladas son de reconocimiento y vigilancia con medio y largo alcance y autonomía relativamente limitada, a diferencia de las aeronaves no tripuladas de combate como el MQ-9 Reaper” de Estados Unidos, señaló Ortiz.
Armando Rodríguez Luna, especialista en seguridad e inteligencia, señala que no está regulado el uso del espacio aéreo para los drones de ningún tipo y estaríamos hablando de grupos de aviones no tripulados que pueden realizar acciones de vigilancia.
“A nivel país no existe una regulación que pueda establecer cuáles son claramente los tipos de drones que se venden en el mercado, cuáles son los tipos que son de uso militar y de uso civil” sostiene.
Igor Schaar, especialista en monitoreo aéreo, indica que el mantenimiento es el mismo para una aeronave tripulada, la diferencia es que las drones se manejan desde tierra. “En México son utilizados también para inteligencia y hacer seguimientos en vivo, por ejemplo, si a nivel federal se tiene un indicio de que hay una ruta terrestre por donde se transporta droga, se hacen monitoreos programados… es un material videográfico que sirve para el Ministerio Público”, dice.