Por las violaciones a derechos humanos que han sufrido ella y su familia ante la desaparición de cuatro de sus hijos, María Herrera Magdaleno presentó ante la comisionada relatora para México y la secretaria ejecutiva de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en Washington, una petición individual contra el Estado mexicano.
La petición ante la CIDH, que entregó en compañía del Centro Prodh, expone que existió participación en las desapariciones —al menos por consentimiento— de autoridades con el crimen organizado, seguida por una falta de investigación y búsqueda diligente por las instituciones mexicanas, por lo que al no encontrar recursos efectivos a nivel interno, la familia Trujillo Herrera decidió acudir a la CIDH.
También se señalan las violaciones a diversos derechos que ha cometido el Estado mexicano, incluyendo el derecho a la vida, integridad personal, libertad y personalidad jurídica de Jesús Salvador, Raúl, Luis Armando y Gustavo, al ser desaparecidos de manera forzada, así como su derecho a ser buscados, por todos los medios posibles y, en su caso, debidamente identificados, como una obligación del Estado.
En el documento presentado ante la CIDH en la capital estadounidense se ahonda sobre el incumplimiento del Estado mexicano de aplicar adecuadamente, a nivel interno, todas las disposiciones para asegurar la búsqueda e investigación, incluyendo las establecidas en la Ley General en la materia, así como la falta de una política integral acorde a la magnitud de la crisis que hoy rebasa las 100 mil personas desaparecidas.
Herrera Magdaleno también denunció ante la CIDH que los esfuerzos para hacer frente a las desapariciones continúan siendo insuficientes y se requieren de acciones coordinadas de todas las instituciones encargadas de la investigación y búsqueda de personas desaparecidas, así como de las de atención a víctimas.
Además, en la petición se establece la violación al derecho de la familia Trujillo Herrera de acceder a la verdad y la justicia, derivado del tiempo transcurrido, y las omisiones y negligencias que han caracterizado a la investigación que a la fecha no ha dado resultados, así como la violación al derecho a la integridad y a defender derechos humanos en condiciones de seguridad, por todas las afectaciones, impactos y riesgos a los que ha estado expuesta la familia durante la búsqueda de sus seres queridos y el acompañamiento a otras familias y colectivos.
María Herrera es madre de ocho hijos, de los cuales cuatro desaparecieron en el contexto de la llamada “guerra contra el narcotráfico”: Raúl y Jesús Salvador Trujillo Herrera desaparecieron en agosto de 2008 en Guerrero, en tanto que Gustavo y Luis Armando Trujillo Herrera, en Veracruz, en septiembre de 2010; desde entonces se desconoce su paradero.
Herrera Magdaleno y su familia han dedicado los últimos 14 años a la búsqueda de sus hijos y tras conocer el dolor de miles de familias de personas desaparecidas que como ellos se enfrentan a la negligencia estatal, decidieron acompañar a familiares y colectivos, formando el Colectivo de Familiares en Búsqueda María Herrera y posteriormente la Red de Enlaces Nacionales, integrada por más 167 colectivos de búsqueda de todo el país.
Hace cinco meses, Herrera Magdaleno fue recibida por el papa Francisco en El Vaticano, a quien le pidió que llame al gobierno federal y a los estatales a detener la violencia que enfrenta el país.
“México ha llegado a más de 100 mil personas desaparecidas por la violencia. Yo, María Herrera, tengo cuatro hijos desaparecidos: Raúl, Jesús, Luis Armando y Gustavo”, subrayó la mujer en una carta que entregó al Sumo Pontífice.
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