Más Información
Líder de MC en Michoacán pide investigar a Anavel Ávila, alcaldesa de Coalcomán; la edil agradeció a “El Mencho” y al CJNG por juguetes
FGR ya investiga a alcaldesa de Coalcomán, Michoacán, por agradecer juguetes del “Mencho”; hay más de 10 funcionarios en la carpeta
Sheinbaum dará mensaje el lunes sobre alcaldesa de Coalcomán que agradeció a “El Mencho”; es líder del CJNG
Ella es Anavel Ávila, la alcaldesa de Coalcomán ligada al CJNG; se le investiga por desaparición de personas
Senado no descarta periodo extra; sería para reformas a favor de migrantes, ante amenaza de deportación masiva en EU
justiciaysociedad@eluniversal.com.mx
Para evitar que los 53 millones de afiliados al Seguro Popular queden desprotegidos con su desaparición, es necesario crear un sistema de Salud que sustituya este esquema y accedan a estos servicios, dice Gonzalo Hernández Licona, secretario ejecutivo del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
En entrevista con EL UNIVERSAL, Hernández Licona considera positivo unificar el sistema de Salud, lo que permitirá contar con mejor comunicación entre las dependencias para tratar a los pacientes; sin embargo, advierte que se debe generar una estrategia o programa que, de inmediato, atienda a los beneficiarios del Seguro Popular una vez que desaparezca.
Precisa que uno de los principales retos de la política social que tendrá que enfrentar el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador es mejorar el ingreso de las familias.
Resalta que, aunque el Coneval “ve con buenos ojos” el aumento al salario mínimo (fijado en 102.68 pesos y en la frontera norte en 176.72), se requieren de políticas complementarias para que las familias tengan mayores ingresos y se combata la pobreza.
¿Qué le parece la desaparición del Seguro Popular?
—El reto es cómo utilizar esos recursos cuantiosos de la política de Salud para poder generar una política de protección social mucho más unificada. Si bien el Seguro Popular ha venido a rellenar un hueco en salud que no había rellenado el [Instituto Mexicano del Seguro Social] IMSS o el [Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado] ISSSTE, ese sí es un acierto de esa política, pero se hizo una división mayor, unos tienen IMSS, otros ISSSTE, y eso no logra unificar el sistema, el espíritu de unir a los servicios y a la protección social debería ser un camino muy importante.
¿De qué forma debe conformarse el sistema de Salud para que no queden desprotegidos los beneficiarios del Seguro Popular?
—Me parece positivo empezar con la idea de que busquemos unificar, cómo plantearlo es diferente, no tenemos un elemento electrónico en el que los beneficiarios tengan un único expediente. Si tuviéramos una herramienta como el expediente electrónico, sería más fácil comunicarnos entre dependencias y ver la problemática de cada persona, pensar en ese tipo de elementos puede ayudarnos a que en los siguientes 10 años podamos caminar hacia un sistema de salud más consolidado y que trate a las personas por igual.
¿Con la desaparición del programa Seguro Popular no se deja vulnerable a los beneficiarios?
—Siempre y cuando el sistema se sustituya por un programa o estrategia. Si se elimina sin ningún cambio, la gente va a quedar desprotegida. Siempre y cuando el cambio se genere en donde la protección a la salud quede igual o mejor que el Seguro Popular.
¿El incremento al salario mínimo es suficiente para mejorar el ingreso de las familias?
—El salario mínimo está muy bajo en los últimos años, y eso da margen de poderlo aumentar, sin que ese incremento desencadene problemas de inflación y en el mercado laboral.
Vemos con buenos ojos el aumento del salario mínimo, pero sí es necesario tomar en cuenta que no debe ser la única política de alza en ingresos y salarios de productividad.
La productividad es el elemento más importante del aumento en los ingresos; en los siguientes años, México requiere incrementos en la productividad, vía educación de calidad, un mejor acuerdo entre los agentes económicos, los derechos de propiedad, un conjunto de procesos que nos permitan aumentar el salario incluso más allá del mínimo.
¿Qué medidas se pueden tomar para que el aumento no se diluya en alza a la luz o a combustibles?
—Si hay una política para mantener los aumentos, es conservar baja la inflación, si sube como fue en 2017, que pasó de tres puntos a seis o casi siete puntos, lo que vimos fue que cayó el poder adquisitivo de los ingresos.
Necesitamos educación de calidad, preparar mejor a los alumnos en el futuro para darle confianza a los inversionistas, todo eso genera más empleo, más inversión y productividad.
¿Cuál es el principal reto en materia de política social?
—Veo tres: uno es seguir apoyando la cobertura de servicios básicos a la población que menos tiene, seguir con los trabajos de vivienda de calidad, de acceso a la alimentación, de protección a la salud y de seguridad social.
El segundo es mejorar la calidad de los servicios y que, además de las coberturas, se avance en la calidad de servicios, no hemos avanzado muy bien ni en calidad educativa ni en servicios de Salud.
El tercero, incrementar los ingresos de los hogares a partir del mercado laboral, si algo no ha funcionado en México es que no hemos tenido un crecimiento económico con alza en ingresos, es un factor fundamental para disminuir la pobreza.