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En un fallo que sienta precedente, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) amparó a familiares de Sandra Camacho Aguilar, víctima de feminicidio, para efecto de que se le imponga una nueva sentencia, que podría ser la máxima, a Javier Méndez Ovalle, “El asesino de Tlatelolco”, quien asesinó y descuartizó a la joven en 2013.
Por unanimidad de votos, la Primera Sala determinó que se transgredieron los derechos de la víctima y de los familiares al debido proceso y a la verdad, ya que el Tribunal de Apelación, que ratificó la sentencia de 50 años de prisión y la reparación del daño contra Méndez Ovalle, omitió pronunciarse sobre las agravantes de violencia sexual en las que se cometió el feminicidio y la relación de confianza entre víctima y victimario en su resolución.
De esta manera, los ministros de la Primera Sala ordenaron al Tribunal de Apelación emitir otra sentencia, que puede ser la máxima, con perspectiva de género y sensibilidad y evitando incluir consideraciones que puedan revictimizar a la adolescente o a sus familiares o sugerir, directa o indirectamente, que tuvo alguna responsabilidad en los actos de violencia perpetrados en un departamento de Tlatelolco.
“Me siento en paz”, dijo Nieves Aguilar Barragán, mamá de Sandra Camacho Aguilar, tras conocer el fallo de los ministros afuera de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), donde realizó una protesta contra los feminicidios en el país, acompañada de Juan Camacho, su esposo; el abogado Rodolfo Manuel Domínguez Márquez, de la organización Justicia, Derechos Humanos y Género A.C; Irinea Buendía Cortéz, defensora de derechos humanos y madre de Mariana Lima Buendía.
Aguilar Barragán afirmó que su hija “desde el cielo” estaba pidiendo justicia ante la “atrocidad” que cometió Javier Méndez Ovalle, en un departamento de Tlatelolco.
“Le deseo larga vida al feminicida para que pueda cumplir con esa sentencia que le espera”, señaló por su parte Irinea Buendía Cortéz, defensora de derechos humanos y madre de Mariana Lima Buendía, víctima de feminicidio.
En tanto, Juan Camacho, padre de Sandra, agradeció a los ministros de la Primera Sala, particularmente al ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá, quien propuso conceder el amparo en este caso.
“Agradezco a la Suprema Corte, especialmente el gran trabajo realizado por el ministro Juan Luis González Alcántara, algo que nunca en mi vida voy a olvidar, por tomar en cuenta cada uno de los elementos de prueba que acreditan la responsabilidad del feminicida Javier Méndez Ovalle. El día de hoy, para ti, va a llegar la sentencia máxima que hemos estado esperando”, celebró.
Por su parte, Rodolfo Manuel Domínguez Márquez, abogado de la familia de Sandra Camacho, aseguró que la sentencia marca un precedente porque considera fundamental que los poderes judiciales se abstengan de incluir consideraciones que revictimiza a las víctimas o a sus familiares o sugerir, directa o indirectamente, que las víctimas directas tuvieran alguna responsabilidad en los actos de violencia perpetrados en su contra.
Y añadió: “Al resolver el caso, la SCJN obliga a los Poderes Judiciales federales y estatales al dictado de sentencias condenatorias que visibilicen en todos los casos de feminicidios: El contexto social y cultural en el que se cometen, las circunstancias particulares de las víctimas y de sus agresores, reconocer todas las razones de género bajo las cuales actúan sus perpetradores, el impacto psicoemocional, familiar y comunitario que generó su comisión. Este precedente no sólo representa una resolución histórica para acceder a la reparación del daño, sino que también constituye, por sí misma, una forma de reparación vinculada con el derecho a la verdad".
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