A lo largo de la frontera norte hay un sentimiento de luto, dolor y frustración entre los migrantes a los que cancelaron sus citas para pedir asilo en Estados Unidos, tras el fin de la aplicación CBP One.
“El sentimiento de los migrantes fue como que alguien se murió, como que la ciudad está de luto”, explicó Alma Angélica Macías Mejía, directora de la Casa de la Misericordia de Nogales, Sonora.
“Yo les dije, la gente que está afuera en su día a día, pero ellos están viendo un día diferente, un día de luto”, señaló.
Al recordar cómo vivieron en el albergue la jornada del lunes, cuenta: “Empezaron a llorar, a abrazarse, hicimos una reunión de contención en el comedor. Fue el sicólogo, estuvimos hablando para retomar lo que les habíamos dicho, y decirles que la esperanza aún existe”.
Un día después del primer golpe que les asestó el gobierno de Donald Trump, muchos migrantes extranjeros no saben aún qué harán.
José Loyo, de 48 años, siente que la lucha, el sacrificio de dejar a sus hijas y esposa en Venezuela, todo fue en vano y no valió la pena.
“Son muchos sentimientos frustrados. ¿Qué hago ahora?, ¿hacia dónde voy?, ¿cuál es mi ruta? ¿qué sentido tengo yo aquí? O avanzar de una forma ilegal o regresarme. Es difícil. No tienes recursos, ánimos, qué haces”, se cuestiona José en el albergue Ejército de Salvación, en Piedras Negras, Coahuila.
Recuerda que días antes había hablado con su familia y todo era esperanza, alegría. Pero todo eso se cambió por lamentos y lágrimas.
“Lo más probable es que me regrese”, dice. El problema es que eso durará meses y requiere dinero.
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“No nos queremos quedar aquí”
“A qué me quedo en Juárez cuatro años, la frontera ya se cerró, ya me voy a mi país”, dijo Osman, migrante venezolano que ayer buscaba apoyo en Ciudad Juárez, Chihuahua, para regresar a su país.
El hombre contó a EL UNIVERSAL que hace un año y medio llegó a la Ciudad de México y tenía ya seis meses en Juárez. Esperaba desde ese entonces la cita de CBP One, sin embargo, al cancelarse, asegura no tener nada que hacer aquí.
“El programa Quédate en México no nos sirve de nada. No nos queremos quedar aquí, no hay nada, nos queremos regresar a nuestro país. Cuatro años a que salga Trump y entre otro que tampoco quiera a los migrantes, yo no los espero”, añade.
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“Nosotros ya nos vamos a nuestro país, aquí no queremos seguir. La frontera está cerrada, no tenemos familia y los empleos son mal pagados. Nos queremos regresar a Venezuela”, afirmó otro migrante.
En los albergues están los mismos migrantes que esperaban la cita de CBP One. Algunos van a esperar los procesos migratorios que imponga el nuevo gobierno de Estados Unidos para que puedan pedir asilo.