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En la bancada de diputados federales de Morena se gesta una “corriente democrática” cuyo fin será fortalecer la libertad de expresión, el respeto a los disensos en el interior, y retomar las causas que le dieron el triunfo en 2018.
A la Corriente Democrática, llamada por ahora igual que la que en 1987 se gestó en el PRI, pertenece la diputada Lorena Villavicencio Ayala, una de las voces más críticas dentro de Morena en San Lázaro, y cuyos votos han sido, en gran parte de los casos, coincidentes con los del diputado Porfirio Muñoz Ledo.
La legisladora no reveló por ahora el nombre de los integrantes de este grupo; sin embargo, anticipó que el manifiesto final se hará público esta semana y se busca que cesen los amagos de muerte política a quienes disientan o de inhibir la pluralidad de opiniones.
En ese grupo se buscará “reencontrarnos y fortalecer nuestros vínculos con la sociedad plural y sus organizaciones, las feministas, las defensoras de derechos humanos, los sectores empresariales, sociales y sindicatos. Tenemos que recuperar nuestra vocación incluyente, igualitaria y garantista”, dijo a EL UNIVERSAL.
Por lo pronto, en el borrador del documento los legisladores refieren preocupación por la conducción del grupo, pero también la advertencia: “No permitiremos que el silencio o la amenaza de la muerte política inhiba al pensamiento libre y crítico, necesario en un grupo parlamentario que surge de un proceso democrático, pero que tiene pocos demócratas en sus filas”.
En el escrito de la Corriente Democrática se expone que se trata de “garantizar la libre expresión de la ideas como un principio básico en el interior del movimiento”, pero aunque se anunció que será un grupo, en realidad son escasos los casos como los de Muñoz Ledo y Villavicencio Ayala, quienes han tenido votación diferenciada en la bancada de Morena, que en esta 64 Legislatura ha votado la mayoría de los asuntos en bloque.