Más Información
La misionera Rosario Hernández, de 63 años, salió de la basílica para emitir su voto.
En entrevista con EL UNIVERSAL, la mujer religiosa afirmó que todos los días pide a Dios que haya justicia en México, pero exhortó a los ciudadanos a salir y emitir su sufragio, pues considera que "es un pecado social" no hacerlo.
"Debemos de tener a Dios rogando y al mazo dando, o sea pedimos por la justicia en nuestras oraciones, pero también nosotros tenemos que poner nuestro granito de arena y salir a votar porque más que un derecho es una obligación", expuso.
Rosario acudió a la casilla especial correspondiente a la Alcaldía Gustavo A. Madero, pues ella vive en Jalisco, pero se encuentra en la Ciudad de México acompañando a migrantes que buscan llegar a los Estados Unidos.
Detalló que a lo largo de su misión religiosa, se ha topado con muchas injusticias, por lo que considera que el Poder Judicial se debe transformar de pies a cabeza.
"Nosotros tenemos mucho contacto con migrantes, y como trabajamos en los barrios pobres vemos toda la injusticia y creo que por eso debemos de cambiar todo esto desde la cabeza hasta los pies, porque hasta ahorita usted suelta una lana y ya, pero hay justicia solo quienes tienen dinero", dijo.
Rosario Hernández explicó que varios de los migrantes que ha acompañado, han sido víctimas de la corrupción, pues los detienen, los encarcelan y no les brindan un juicio conforme a derecho.
"Yo ahorita conozco a cinco personas que están ahí sin juicio, ¿y cuándo van a salir? pues al menos que le dijeran "te vas a quedar 20 años y que ya cuenten", pero están ahí desde hace cinco o seis años y no empieza el conteo y no saben cuándo van a salir o qué", relató.
Lee también Claudia Sheinbaum vota en elección judicial; "¡Viva la democracia!", grita la Presidenta
Tras emitir su voto, Rosario volvió a la Basílica, donde afirmó, pedirá porque está jornada se lleve a cabo de manera transparente.
"Es un pecado social no ir a votar, o sea, tenemos pecados morales y pecados sociales, y el no votar es un pecado social porque tenemos que contribuir también con nuestro granito para cambiar nuestra sociedad", concluyó.
mahc/apr
