Desde el minuto uno en que tomó posesión como presidente de Estados Unidos, estuvo presente en la cobertura de lo que representa una nueva era para el país norteamericano.

Corresponsales, enviados y fotógrafos de el , desde varios puntos de la frontera norte han documentado los efectos que han traído las amenazas cumplidas por el mandatario estadounidense respecto a su política antiinmigrante.

Mira aquí el mapa del despligue que EL UNIVERSAL ha hecho para mantenerte informado:

¿Qué está pasando en la frontera norte tras el retorno de Trump?

Mientras Trump rendía protesta aquel 20 de enero, los periodistas Alelhí Salgado, y Pedro Villa y Caña, informaron que la aplicación CBP One dejó de funcionar para programar nuevos turnos y gestionar el ingreso legal de migrantes a la Unión Americana, además de que las citas ya existentes dejaron de ser válidas.

Lo que provocó la frustración y el llanto de familias mientras revisaban con desesperación sus teléfonos móviles.

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Desde Tijuana, reportó la primera deportación de personas detenidas en redadas, quienes señalaron ser trabajadores de plantíos en Denver, Colorado.

“Hoy nos deportaron. Nos agarraron trabajando. Cuando entró Trump nos arrestaron”, dijeron a

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También, desde esta zona fronteriza, la corresponsal Gabriela Martínez, documentó las primeras expulsiones de migrantes, luego de que 12 horas antes de que tomara posesión Trump lograran cruzar a territorio norteamericano, en donde ya no tuvieron la suerte de solicitar asilo tras la inhabilitación de la aplicación CBP One.

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En Piedras Negras, Coahuila, un día después de que el nuevo presidente de Estados Unidos rindiera protesta, el blindaje antimigrantes del Río Bravo fue reforzado, específicamente en la parte donde el gobernador de Texas, , ha colocado boyas para impedir el paso de .

El corresponsal Francisco Rodríguez realizó un recorrido por la zona y corroboró que había maquinaria pesada dentro del río que divide México de Estados Unidos, así como trabajadores que ajustaron las boyas.

La maquinaria mueve unos bloques, que son anclas para que las boyas queden fijas.

Este muro acuático ha recibido muchas críticas porque incluye un alambre de púas, que podría causar fuertes heridas a quien se acerque.

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Este acontecimiento marca la historia actual y deja en las personas diversos sentimientos, los cuales fueron expresados al equipo de esta casa editorial, que recopiló diversos testimonios de las personas que se quedaron en el intento de lograr el tan anhelado "sueño americano".

Amalia Escobar, Fracisco Rodríguez y Paola Gamboa, corresponsales de El Gran Diario de México, recorrieron partes de la frontera norte en busca de escuchar las historias frutradas por el presidente entrante de Estados Unidos. En su camino encontraron un sentimiento de luto, dolor y frustración entre los a los que cancelaron sus citas para pedir asilo en Estados Unidos, tras el fin de la

“El sentimiento de los migrantes fue como que alguien se murió, como que la ciudad está de luto”, explicó Alma Angélica Macías Mejía, directora de la Casa de la Misericordia de Nogales, Sonora.

“Yo les dije, la gente que está afuera en su día a día, pero ellos están viviendo un día diferente, un día de luto”, señaló.

La jornada del lunes 20 de enero fue diferente en el albergue, cuenta: “Empezaron a llorar, a abrazarse, hicimos una reunión de contención en el comedor. Fue el sicólogo, estuvimos hablando para retomar lo que les habíamos dicho, y decirles que la esperanza aún existe”.

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Para algunos migrantes los antecedentes de deportaciones se acumulan, pero el objetivo de tener una mejor vida no llega.

El hondureño Wilmer Orlando Pérez tiene 34 años, y dice que la mitad de su vida ha estado migrando. Y a pesar de que el presidente Donald Trump ya anunció una “emergencia nacional” en la frontera de EU con México y dijo que “todas las entradas ilegales van a parar de inmediato”, Wilmer Orlando quiere volver a intentarlo.

“El que llega aquí es porque Dios lo ama”, comenta el migrante sobre su presencia en la frontera de Piedras Negras, Coahuila.

El hombre dice que su motor son dos hijas que viven en su país. “Tengo que sacarlas”, asegura.

Pero su historial lo obliga a una única forma de llegar a Estados Unidos: de forma ilegal. “No sé cuándo vaya a pasar. El propósito de Dios es grande. Por donde sea nos vamos a tirar, mi misión es llegar”, insiste.

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