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Este no fue el “sexenio de la infraestructura”, porque no se le dan las cosas, desde la terminal de pasajeros en forma de “X” que no se completó por la encuesta patito hasta la “K invertida”, el ducto que conectaría los flujos de agua del sistema Cutzamala para garantizar el abasto a la Ciudad de México, que ahora ya sabe de lo que hablaba Charlton Heston en “Cuando el destino nos alcance”... el caso es que los 500 millones de pesos que se gastaron en la “pieza clave” están en la coladera y como los capitalinos no perdemos el humor, aunque nos hayamos tenido que bañar a jicarazos más tiempo del pensado, no tardaron en aparecer memes sobre el tema, como aquel de cierto cereal que asegura nutrir con mucha fibra a sus consumidores, fibra que, por cierto, necesitarán los funcionarios de la Conagua para explicar su falla a la Auditoría Superior de la Federación, que podría meter la mano a las cubetas para aclarar lo qué ocurrió... en tanto, la “K invertida” yace vacía, partida en tres, en la planta de Los Berros, como símbolo de una operación que estuvo cerca de ser “Ka... tastrófica”.
ROLAS FAVORITAS
Mano generosa, uñas largas en los ferrocarriles
