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Inolvidables estampas navideñas, imágenes que nos dan una probadita de lo que se avecina en 2018, pues resulta que José Antonio Meade sigue empeñado en lograr el voto de los dinosaurios y para ello, al más puro estilo del priásico, el abanderado tricolor recibió en San Juan Chamula, Chiapas, el bastón de mando con toda la parafernalia del caso que huele a naftalina... pero hablando de casos excepcionales, Ricardo Anaya, el propietario, perdón, aspirante presidencial de Por México al Frente, tuvo un arranque gélido, como la temporada invernal, en su entrañable Querétaro, donde pocos, muy pocos, se acercaron a escuchar sus promesas. Al que de plano le llovió en su milpita, por otro lado, fue a Andrés Manuel López Obrador, quien con ¡horror! tuvo que ver cómo sus soldaderas de todas las madres de las batallas electorales, Elenita Poniatowska y Jesusa Rodríguez, desplegaron una pancarta rechazando la alianza antinatural de Morena con el PES y es que, bien dicen, el ideario de la izquierda choca de lleno con el de ese partido cristiano y social conservador. Ahora sí que, ¿qué pex?, pero AMLO les respondió: “Ser guadalupano y juarista no es una contradicción”. ¡Ahí vienen las campañas!
