“Fuimos la primera línea, el primer frente de batalla contra el Covid-19. Ante la saturación de hospitales atendimos a la población de menores ingresos, a la que no tiene seguros de gastos médicos, ni ISSSTE o IMSS o que sí lo tenían, pero preferían atenderse en casa y venir a nuestros consultorios, por el miedo de un mayor contagio o de morir lejos de su familia”.
El doctor Eduardo Cruz asevera a EL UNIVERSAL que en su pequeño consultorio en la colonia Lomas de la Estancia, en Iztapalapa, atendió a cerca de 5 mil personas contagiadas por Covid, la mayoría de escasos recursos, de las cuales un 80% sobrevivieron a la enfermedad.
Dice que “60% de mis pacientes eran gente que trabajaba en la Central de Abastos, la mayoría comerciantes, tianguistas, vendedores ambulantes, diableros, y obviamente en el día a día no se lavaban las manos, no usaban cubreboca, manejaban dinero, la mercancía y convivían con muchísima gente”.
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Otro porcentaje importante eran familias donde el esposo tenía que salir a trabajar forzosamente, que no tenían opción del home office, que usaban diariamente el transporte público, que tampoco, en su mayoría no usaban cubreboca y regresaban a casa y contagiaban a la esposa, a la mamá, a la abuela, a los niños.
“Ello provocó un caos porque se trataba de familias completas que estaban contagiadas y ello trastornó todo, su vida cotidiana, su economía, porque no tenían recursos para comprar medicamentos contra el Covid para cinco o seis personas y no tenían acceso a l ISSSTE, IMSS y menos a seguros médicos privados”, agrega.
“Tuve la suerte de implementar el tratamiento, el esquema optimo, adecuado, para sacar adelante a mis pacientes, los cuales me siguen consultando”, agrega el doctor egresado del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
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“Yo creo que los que realmente la padecieron, quienes enfermaron gravemente o perdieron a un ser querido sí aprendieron de la pandemia. Aprendieron que no hay que automedicarse, que hay que protegerse. Pero otra parte de la población no aprendió nada, creen que fue una mala época, algo de mala suerte y siguen viviendo su vida como si la pandemia no hubiera existido”.
Expone que las secuelas para muchos médicos fueron muy fuertes, en esta zona, en esta colonia fallecieron varios médicos contagiados por sus pacientes. “En mi caso quede marcado por la pandemia, un poco paranoico, con mucha reserva en la atención de mis pacientes”.
Agrega, “yo no sé si en algún momento me contagié, gasté mucho en pruebas, me hacía cada semana porque mi esposa es diabética, es hipertensa, no la quería contagiar. Tengo 69 años y tengo un hijo de 12 años. Yo no quería enfermarme”, añade el médico.
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“Como doctor, para mí hay un antes y un después de la pandemia. Yo quedé un poco paranoico en el tema de protegerme de contagios, sigo usando el cubrebocas, ozonificador, gel antibacterial en el consultorio, y en 2023 tuve una depresión muy fuerte a causa de todo lo que me tocó manejar y ver como médico de miles de pacientes de Covid”, comenta el especialista.