Señoras y señores miembros del consejo de administración y del consejo editorial consultivo de EL UNIVERSAL;
Integrantes de este presidium, señoras y señores invitados especiales;
Colaboradores, trabajadores de las áreas de redacción, producción, publicidad y administración, trabajadores jubilados que nos acompañan;
Amigos todos:
Hoy El Gran Diario de México cumple 103 años de historia periodística y en lo personal es una celebración muy especial, es el año más importante en mi vida profesional, porque en unos días más cumpliré 50 años dirigiendo el destino de Los Universales que con el trabajo fecundo y el esfuerzo conjunto de un leal y gran equipo de colaboradores forjamos esta, su casa editorial, EL UNIVERSAL.
A lo largo de cinco décadas hemos vivido tiempos difíciles, pero con orgullo puedo decir que hemos tenido visión para alcanzar el liderazgo editorial y digital en nuestro país.
En EL UNIVERSAL se ha plasmado gran parte de la historia de nuestro país. Ha dado voz a las más diversas ideologías políticas, culturales y sociales, a la libre expresión; esta pluralidad nos hace sentir parte activa de la transición democrática nacional que hoy por hoy ha fructificado.
Esta casa editorial centenaria ha tenido que adaptarse a circunstancias cada vez más complejas. Hemos superado crisis económicas, gobiernos adversos a la libre expresión y revoluciones tecnológicas que en todo el mundo han puesto a prueba a los medios de comunicación impresos y a la industria editorial. En El Gran Diario de México no nos quedamos atrás. Hoy, como el primer día, continuamos brindando información veraz y oportuna desde nuestras plataformas digitales, aplicaciones, redes sociales e impresos.
Ahora mismo el contexto para el crecimiento de los medios de comunicación en México no es el mejor. Esto se debe a que la economía se encuentra en un periodo de bajo crecimiento, que ha impactado a toda clase de empresas, pero de forma más intensa y directa a los medios de comunicación y a la industria editorial.
Por otra parte vivimos un momento en que desde distintos espacios de autoridad, se cuestiona la veracidad misma de la información, aun cuando las evidencias respaldan los hechos presentados.
Es por eso que en México debemos defender la libertad de expresión y el ejercicio periodístico responsable. Por supuesto, es importante que se debata, que se dialogue y contraste la información, pero lo que no es correcto es estigmatizar ya que ello propicia la agresión y descalificación.
Estudiosos de la comunicación en diversas partes del mundo han llamado a esta etapa la era de la post-verdad, en la que el periodismo es
atacado desde el poder para poner en duda su veracidad. La estrategia ha resultado redituable para estos actores porque ahora gracias al internet y a las redes sociales los usuarios pueden obtener no sólo la información que ocurre en el día a día, sino las opiniones y las versiones de la realidad que se ajustan a lo que el gobierno u otras entidades con intereses creados difunden para obtener ventaja.
Los medios de comunicación profesionales debemos combatir la idea popularizada por el presidente Trump de que existen “verdades alternativas”, es decir, hechos diferentes a los que se presentan en las diversas plataformas informativas.
Es importante actuar para evitar la descalificación, las llamadas “falsas noticias” y dar a la información un tratamiento periodístico impecable, alejado de filias y fobias así como de intereses particulares.
Para mantener nuestro estatus como medio de comunicación confiable para la sociedad, debemos ser profesionales y responsables en el trabajo diario y no permitir que la creciente competencia y la gran cantidad de información que recibimos nos haga caer en la tentación de simplemente reproducir lo que la gente quiere escuchar: noticias virales que no tienen ningún impacto en el acontecer nacional.
Necesitamos periodistas profesionales, íntegros, con un alto sentido de la ética, que cumplan su misión de informar certera y claramente,
por ello desde EL UNIVERSAL a través de la Fundación Ealy Ortiz se apoya la oratoria y las diversas formas de expresión oral y escrita, asÍ como la entrega de becas y talleres a profesionales del periodismo científico contribuyendo así para que nuestro país tenga una sociedad bien formada.
Es importante identificar que en México las circunstancias presentan un desafío cada día mayor para los periodistas, ya que la violencia contra los comunicadores se ha incrementado en los últimos meses y así lo han reportado todas las organizaciones internacionales dedicadas a velar por la integridad de quienes ejercen el derecho a informar y a la libertad de expresión, tal como la sociedad interamericana de prensa, organismo que hace unas semanas envió a una misión a nuestro país para hacer un análisis de las condiciones de los periodistas mexicanos.
Las promesas de mejores condiciones de vida para los mexicanos fueron muchas y las expectativas se vislumbran aún lejanas. La complicidad, la impunidad y la inseguridad han acrecentado su poder y ganado espacios en nuestro país, este es, sin duda, el mayor reto para la transformación política, económica y social que pretende el presidente Andrés Manuel López Obrador para los mexicanos.
Confiamos en que las acciones que se están tomando en ese rubro rindan pronto resultados para beneficio de la sociedad mexicana como lo ha ofrecido este gobierno desde su campaña.
Parte de esa estrategia deberá incluir la protección de los periodistas y el combate a la impunidad de los crímenes cometidos contra ellos, pues de otra manera la sociedad permanecerá ciega ante la violenta realidad que ha viciado su entorno.
Que quede claro: cuando agreden o asesinan a un periodista, hieren a todo el gremio periodístico y retrocedemos en nuestros valores conquistados en largas contiendas sociales a través de la historia.
Como testigo que he sido de la historia de nuestro país y de las grandes transformaciones que ha vivido en estas cinco décadas, puedo dar fe de que nos encontramos en un momento sin paralelo, en el que la expectativa social por un cambio de fondo fue efectivamente depositada en las urnas en las elecciones federales de 2018.
Queremos, como mexicanos, ver realizado ese anhelo de justicia social que tanto ha esperado la sociedad y por el que entregó su voto.
En este sentido EL UNIVERSAL contribuirá, como lo ha hecho a lo largo de 103 años, informando con profesionalismo, veracidad y objetividad en defensa de los más altos valores humanos que son el bien más preciado que ha identificado a los mexicanos en importantes pasajes de nuestra historia.
Cada uno de nosotros somos una parte importante de El Gran Diario de México, tengo la seguridad de que cuento con el trabajo responsable que ustedes realizan para mantener nuestro liderazgo.
El panorama actual no se presenta halagador y el mañana es incierto.
México ha vivido a lo largo de su historia etapas complejas pero siempre la unidad y la grandeza de su gente, han logrado que esta nación alcance objetivos que la han llevado a conquistar propósitos esenciales para su crecimiento.
Recordemos que México es más grande que sus problemas.
Tengo la firme convicción de que unidos lograremos que nuestro país sea un lugar más seguro y próspero, con mejores oportunidades para las futuras generaciones. Es nuestro derecho y nuestra obligación como mexicanos comprometernos a trabajar, desde nuestro propio espacio, por el presente y el futuro del México que queremos, del México que nos merecemos.
Muchas gracias.