Nueva York.— Llevar droga en barcos pesqueros a Joaquín El Chapo Guzmán fue una operación rentable que no estuvo exenta de obstáculos: un huracán hizo desparecer uno con 14 mil kilos de cocaína, mientras que en otra ocasión el capitán de una embarcación consumió tanta droga que “empezó a ver fantasmas y guardias costeros de Estados Unidos por todas partes y hundió el barco”.
Este tipo de detalles dio ayer el ex narcotraficante colombiano Juan Carlos Ramírez Abadía, El Chupeta, en el décimo día de juicio a Guzmán en la Corte Federal de Brooklyn, desde la cual narró cómo se transportaba la droga desde Colombia a México.
El Chupeta dijo que desde 1990 a 1993 envió cocaína a Guzmán en aviones, pero tras el escrutinio de las autoridades estadounidenses, el colombiano usó más de 20 barcos pesqueros con una media de 10 mil kilos de cocaína cada uno para enviar droga al Cártel de Sinaloa de 1993 a 1998.
Al principio la droga se entregaba a barcos mexicanos a unas 10 millas de la costa de México, pero con los años la entrega llegó a hacerse a unas mil millas. El Chapo, dijo Abadía, aumentó el porcentaje de la droga con la que se quedaba, porque le dijo que los sobornos a funcionarios mexicanos eran muy costosos e incluían a la Marina mexicana.
El Chupeta explicó que El Chapo se quedaba con 40% de la cocaína cuando recibía la droga colombiana por avión. Por barco, con 45%.
“Ellos imponían el precio”, explicó Abadía, quien tiene la cara deformada por cirugías que se hizo para evitar ser reconocido y arrestado.
Guzmán se ha declarado inocente de acumular una fortuna multimillonaria al traficar toneladas de cocaína y otras drogas desde México en una amplia cadena de suministro que llegaba a Estados Unidos.
De ser declarado culpable, el capo enfrentaría una posible sentencia a cadena perpetua. Su juicio, ahora en la cuarta semana, podría durar tres meses más.
Respecto a los problemas que tuvo El Chupeta con los barcos pesqueros, destaca el del capitán que era adicto a la cocaína y hundió un barco con droga de un valor total de 400 millones de dólares, explicó. La cocaína fue encontrada un año después por el socio de El Chapo, Amado Carrillo Fuentes, quien envió buzos a la zona del hundimiento.