El ministro electo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (), , le dice al Gio de siete años que en Nayarit disfruta de las comidas en casa con agua de melón, que va a lograrlo... “Lo harás muy bien”, se asegura a sí mismo y admite que su confianza no solamente radica en su conocimiento como constitucionalista y miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) con nivel II, sino en sus valores.

El doctor en Derecho Constitucional por la Universidad Complutense de Madrid fue el único de los candidatos a la Corte citado por su trabajo académico en la reforma judicial, impulsada por el expresidente Andrés Manuel López Obrador.

“Iba a despegar y antes de colgar llamada con uno de mis alumnos, a quien le llevaba su tesis, me dice: ‘Por cierto, maestro, ¿ya sabes que te citaron en la reforma judicial?’. Y todo el vuelo pensé: ¿me habrán citado bien o mal? ¿Habrán entendido lo que quise exponer en el texto que citaron o entenderían todo mal?”, confiesa a este diario.

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El académico de la Universidad Iberoamericana asegura que no tiene nexos políticos con ningún partido y tampoco sabe por qué apareció en los acordeones que se adjudicaron a operadores de Morena previo a la elección judicial.

En entrevista con EL UNIVERSAL, subraya que el Poder Judicial cuenta en esta nueva composición con una gran oportunidad para acercar justicia a grupos vulnerables y, ante los retos evidentes de la eliminación de las salas en la Corte, dice, ya tiene un plan de acción.

Además de los más de ocho mil asuntos que llegan cada año a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que en su mayoría son amparos, la nueva planilla de ministros recibirá casi la mitad de esa cantidad como rezago de los ministros actuales. Para ello, Figueroa propone ampliar las jurisprudencias y resolver por default aquellos en los que la Corte no cambie de criterio.

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¿Qué le espera a la Corte con esta nueva integración?

—Tuve la oportunidad de trabajar en la presidencia del Tribunal Superior de Justicia del estado de Nayarit y en el ámbito federal estuve como director de Derechos Humanos en el Consejo de la Judicatura Federal y en Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Entonces, sí, conozco muy bien el Poder Judicial desde dentro, sé cuáles son algunas de sus fortalezas, pero también cuáles son sus debilidades.

Y creo que se nos da una gran oportunidad a la nueva integración, no solamente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y hay muchos retos, uno de los principales es romper la burbuja del Poder Judicial. La gente percibe un Poder Judicial muy alejado de la sociedad, (...) de élites, y creo que eso es uno de los principales retos.

Hay que acercar la justicia a la ciudadanía, hacia aquellas personas a las cuales la impartición de justicia les ha dado la espalda. Vamos a empezar con que las sentencias sean más cortas y claras, pero eso es solamente un ejemplo de cómo podemos, paulatinamente, ir cumpliendo con esta finalidad central.

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¿Lo presiona haber sido electo por voto popular?

—No. No tengo ningún tipo de presión afortunadamente, porque el voto popular no lo veo como una presión, sino como una grandísima responsabilidad, y tengo claro que voy a impartir justicia no sólo a esas personas que confiaron en nosotros, sino para todos los mexicanos. Tampoco tengo una presión de tipo político. Entonces, el 1 de septiembre llegaré muy tranquilo a la Suprema Corte de Justicia de la Nación para servir a mi país... no para servirme, como desafortunadamente ha sucedido durante los últimos años com algunos de los integrantes del Poder Judicial.

¿Qué hacía el nombre de Giovanni Figueroa en los acordeones adjudicados a Morena? ¿Usted sabía que aparecía?

—No. Yo lo desconocía y conmigo nadie habló para decir: “Oye, vas a estar en un acordeón”. Yo soy muy transparente y lo que sé es que después de algún tiempo te llegaban muchos acordeones, había más de 156 acordeones circulando en el país, con una diversidad de nombres y de números, es decir, no hubo un solo acordeón. Hubo muchos y no en todos aparecía yo.

Ahora, para ir a votar, yo mismo tuve que hacer un acordeón. No había otra manera, es un ejercicio muy serio elegir entre todos los cargos, si no hubiera sido de esta forma, hubiese sido imposible votar por los perfiles que yo estaba decidiendo.

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Entonces, si no era con un acordeón que yo hiciera —yo prefiero llamarle una guía—, pues era imposible votar. A mí me llegaban incluso, no sé cómo conseguían mi teléfono, pero me llegaron a mi celular muchas guías.

¿Defiende la división de poderes?, ¿Cómo ve los perfiles de sus próximos compañeros en la Corte con respecto a la independencia del PJF?

—Yo celebro que en el mayor tribunal del país vayamos a estar colaborando, debatiendo, perfiles tan variados. Celebro, por ejemplo, que el próximo presidente de la Suprema Corte sea el ministro Hugo Aguilar, porque es una forma de dignificar a nuestros pueblos originarios.

Tiene que haber una variedad de perfiles. Algunos que vengan de la academia, como es mi caso; otros perfiles que tengan carrera judicial y otros que vengan del litigio, por ejemplo, porque tienen otra sensibilidad —la sensibilidad que te da el llevar algunos asuntos—, y otros que hayan llegado del ejercicio de gobierno. Entonces, esa diversidad, esa pluralidad de perfiles considero que lo que hace es defender la Constitución desde diferentes ámbitos y entender la justicia desde diferentes puntos de vista.

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¿Sesionar sin toga?

—Yo soy muy respetuoso. Si alguno de los ministros decide sesionar sin toga, está en todo su derecho, y si el resto decidimos sesionar con toga, pues también estamos en nuestro derecho. Faltaba más que el órgano que debe defender en mayor medida las libertades fuera el que limite la libertad de cada uno de sus integrantes.

¿Cuál será su posicionamiento ante temas como el aborto y la prisión preventiva oficiosa?

—Yo no voy a renunciar a mi congruencia y a la consistencia en los argumentos que he sostenido a lo largo de los años. No seré un ministro que cambie de parecer de una semana a otra, y si en algún momento, durante el periodo que esté en el mayor tribunal del país, decido hacer algún cambio de criterio, tendré que argumentarlo con la misma profundidad que como lo establecí originalmente, pero soy un perfil humanista y voy a ser un defensor (...) de los derechos humanos, pero también de las libertades. Seré un ministro progresista, que coloque en el centro los derechos humanos de las personas.

Académicos han puesto como un foco rojo el tema del rezago de asuntos. ¿Usted tiene algún plan de acción?

—Tengo un plan. Desde el día que se me entregó la constancia de mayoría en el Instituto Nacional Electoral me puse a elaborar un plan de trabajo que en su oportunidad presentaré a los demás ministros. Está precisamente centrado en (...) cómo evitar que el número de asuntos que lleguen a la Corte desborde la impartición de justicia.

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Hay varias formas. Algunas novedosas que se van ubicando en la labor de otros tribunales del mundo y que les ha funcionado muy bien para evitar el desbordamiento, y algunas otras que ya se han implementado en el sistema mexicano. Por ejemplo, la Suprema Corte no tendría que resolver todos los juicios de amparo que le llegan.

¿Qué le diría Giovanni Figueroa al Gio de siete años que le gustaba el agua de melón allá en su natal Nayarit?

—Tienes una gran responsabilidad, pero lo harás muy bien, no solamente porque tienes los conocimientos necesarios para ser un buen ministro de la Suprema Corte, sino porque tienes altos valores, como la honestidad, la transparencia y la empatía con las causas sociales.

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