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Bien dicen que nadie experimenta en cabeza ajena, hace justamente dos años, el país recibió el 2017 con una gran inconformidad social, saqueos y bloqueos atribuidos al incremento en los precios de la gasolina, el famoso #Gasolinazo , como en aquel momento lo analizamos y he repetido en cuanto foro ha sido prudente, considero que ahí supimos que la “suerte estaba echada” para el partido en el gobierno. No fue gratuito, en las ahora “culturales” oficinas de Los Pinos los funcionarios y asesores trabajaban incesantemente para elaborar una campaña que contrarrestara lo que sucedía en las calles. El resultado fue sin duda un éxito en el corto pero un desastre en el largo plazo. ¿Quien no recuerda el famoso “¿Qué hubieran hecho ustedes?” de @EPN?, o el largo y desgastante tour de medios que tuvo que enfrentar el entonces secretario @JoseAMeadeK y que posteriormente, ya como candidato le valiera el sobre nombre lapidario de “El Padre del Gasolinazo”. ¿Por qué Los Pinos no realizaron una campaña de blindaje en lugar de una de contención?, ¿mala planeación?, no, diversas fuentes han confirmado que “nunca pensaron que la gente se enojara tanto”. Claramente entre esos funcionarios y el pueblo de México no había la empatía necesaria.
En su momento el hashtag #Gasolinazo2017 impactó de manera contundente, alcanzando más de 150 mil menciones en 4 días; menos de la mitad de lo que hemos contabilizado hoy. #Gasolinazo , fue durante los primeros días de enero de 2017 tendencia recurrente con más de 80 mil publicaciones, un tercio de aquellas relativas al tema en 2019. La conversación dictaba un rechazo generalizado; con un sentimiento de molestia más allá de la indignación, manifestando un hartazgo que hasta aquel momento no tenía precedentes. El entonces Gobierno Federal, desplegó una estrategia de contención con el hashtag #HablandoDeGasolinas , miembros del gobierno de la República ya señalaban que existía un riesgo de desabasto, por lo que en el gobierno se vieron obligados a incrementar una capacidad de almacenamiento mínima de 15 días de consumo en todo el país. Ya entonces los funcionarios de Pemex temían que bloqueos e incrementos de precio podrían terminar en desabasto, ¿acaso nadie con esa experiencia se quedó dentro de la paraestatal o nadie con poder de decisión quiso escucharlo?
En 2019 la historia resultó diferente, a las primeras protestas digitales se le intentó combatir desde la persecución policiaco-digital. La Policía de Ciberdelincuencia Preventiva detectó millar y medio de cuentas en redes sociales, que movieron la conversación, la mayoría de ellas se abrieron en el primer día de enero de ese año, es decir apenas tres días antes. Se mostró como un movimiento no orgánico. Pero los resultados de descrédito sí fueron reales.
La gasolina y sobre todos los #gasolinazos que sirvieron para que @lopezobrador_ pudiera montar una línea de comunicación de su larga campaña por la Presidencia, hoy pasa por un par de vías que pudieran generar resultados desastrosos, tanto para la muy valorada imagen presidencial como, y eso es lo más lamentable, para la sociedad que intenta tejerse una nueva red de convivencia más sana, como contrapeso a la vorágine de descomposición en la que parece se ha sumergido.
Durante su campaña electoral el presidente Andrés Manuel López Obrador se propuso castigar como delito grave el robo de combustible a Pemex, popularmente conocido como #huachicol, es decir que quienes lo cometan no tendrán derecho a fianza. Para ello en su conferencia de prensa matutina del lunes 7 de diciembre, anunció su determinación de continuar con su idea. Sin anunciar qué reformas legales se implementarían, dijo que pediría “a las madrecitas que nos ayuden con sus hijos, porque las madres son muy buenas, están llenas de sentimientos y quieren mucho a sus hijos. Las madres nunca van a aceptar que un hijo comete un ilícito, siempre para las madres los hijos son inocentes y piensan que es una injusticia la que se comete cuando se detiene a un hijo. Pedirles (sic) que nos ayuden orientando a los jóvenes, que no caigan en la tentación de la delincuencia”. En esa ocasión el presidente dijo que, aunque no hay cifras exactas sobre el daño que causa a la hacienda pública federal el robo de hidrocarburo, se podría calcular que son entre 50 y 70 mil millones de pesos, lo que deja de percibir la paraestatal Pemex.
En este contexto, y como un reconocimiento tácito de que no basta con el ejemplo para que una nueva moral se instaure en el país, el 27 de diciembre se tomó la determinación de cerrar seis oleoductos de Pemex, que son susceptibles a la ordeña. Además, se detuvo producción en las refinerías de Madero y Minatitlán de Pemex, lo que comenzó a generar problemas de abasto de combustibles, que ha afectado a cuando menos 10 estados del país.
Cierto que hace falta información puntual y verificable sobre el origen del #DesabastoDeGasolina y cuándo se va a solucionar esta situación emergente. Pero igual de verdadero es que esto abona al encono. Es combustible puro para quienes ven en el gobierno federal sólo el caos y el apocalipsis. Existe un sector en la sociedad que está al extremo del pensamiento del actual régimen, y tiene gafas que amplifican todos los errores que comete. Puede ser que esto sea reacción a la manera en que se ha manejado desde la Presidencia la crisis de los energéticos.
No ayuda que el presidente @lopezobrador_ llame a quienes cuestionan los resultados de estas decisiones como “prensa fifí”, “mezquinos”, “neofascistas”, “tendenciosos”, “mal intencionados” o “reverendos hipócritas”. Ni tampoco que todas las estrategias gubernamentales se anuden a una persona, ya no digamos a la figura presidencial, sino a Andrés Manuel López Obrador, con lo que incluso se estarían incurriendo en violaciones a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
La cantidad de memes y comentarios rebasa por mucho cualquier tema antes visto, sin embargo solo polariza sentimientos, no desplaza a las audiencias en términos de apoyo o aprobación, es decir quiene ya se oponían a Lopez Obrador ahora tienen mas razones y elementos para hacerlo y apostarle a la estridencia, quienes votaron por el más convencidos se sienten que las cosas se manejan diferente y es la única manera de tener resultados diferentes, por lo que le refrendan su apoyo.
En realidad #DesabastoDeGasolina es un problema instrumental, pero el consumatorio pudiera ser que no haya vuelta atrás, que este sea el parteaguas para dividir claramente al país, entre el pueblo bueno: el que apoya ciegamente al presidente; y los “mezquinos”: todos aquellos que se atrevan a cuestionar débilmente cualquier decisión presidencial y quienes se oponen de cualquier manera a su forma de hacer política. Hoy muchas personas en los medios sociales digitales ya piden que estas vuelvan a su idea original, a acercar a la gente, acortar distancias físicas e ideológicas, que cumpla aquella promesa de campaña de convertir a México y a las “Benditas redes sociales” en un terreno de convivencia y no en una arena de confrontación.